¿Te imaginas que tu coche pudiese nadar?
¿Un coche que, además de circular por carretera, flotase en el agua? ¿Te suena a ciencia ficción? ¡Pues nada de eso! Ese coche existe. De hecho, su prototipo fue presentado en el Salón de Ginebra de 1959 y producido en los años 60; concretamente, desde 1961 a 1968. ¿Su nombre? El Amphicar.