¿Y si los coches chocones pudieran circular por las ciudades?
Los llamemos como los llamemos (coches chocones, autos de choque…) una cosa está clara: su hábitat natural son los recintos feriales que, con motivo de las fiestas del verano, tanto abundan por la geografía española. Pero, ¿y si alguien diese un paso más allá y llevase los coches chocones al asfalto?