BMW inicia una nueva etapa dejando atrás su mítico lema “¿Te gusta conducir?”
Marcó un antes y un después. Era una sencilla pregunta. Una mano rozando el viento. ¿Te gusta conducir? Y todos pensábamos ¡Me gusta! Pero nada es eterno, ni siquiera uno de los slogan más conocidos de todos los tiempos.