
Cuando alguien deja su coche aparcado en un parking descubierto espera y desea que todo vaya bien, pero es consciente de que puede encontrarse algún toque o golpecito, algún rayón, las consecuencias de una granizada, suciedad…
pero lo que no se imagina es que le van a repintar el coche ¡sin haberlo pedido!