4 enemigos de la pintura del coche (y cómo plantarles cara)
Un coche nos enamora por su aspecto cuidado. Por el brillo de su pintura inmaculada, tersa, suave. Nos enamora por la profundidad y matices de color. Pero mantener ese amor vivo no es fácil. Requiere grandes dosis de compromiso y constancia. Es algo así como un matrimonio en el que, para que salga bien y dure, hay que dar mucho. O todo.