¿Carrocerías 'sin puertas'? La locura del BMW Z1 cumple 30 años de su salida del mercado
¿Te montarías en un coche sin puertas? No es muy común ver vehículos con este diseño, quizá porque la seguridad vial es importante y da la sensación de peligro.
Pero, BMW se lanzó a esta aventura con el Z1, aunque solo estuvo dos años sobre la carretera. Circuló entre 1988 y 1991. Ese fue el ciclo de vida del modelo de la marca que contaba con puertas retráctiles que se abrían para abajo.
Este coche “tan futurista” para la época se quedó en una simple locura de los diseñadores. Aunque, realmente, la gente se quedaba totalmente asombrada al ver pasar este coche sin puertas.
Sin embargo, la innovación iba más allá de esas puertas retráctiles, ya que la carrocería es un monocasco de acero innovador, mientras que el suelo es un sándwich de plástico reforzado. Los laterales y las puertas son termoplásticos.
Según BMW, el coche podía cambiar de color: solo era necesario un juego completo de paneles exteriores para convertir un BMW Z1 rojo en azul en una hora y sin necesidad de coger un destornillador.
Esta carrocería apareció por primera vez a finales de los años 80 en el Salón de Frankfurt. Su irrupción fue un éxito, ya que acumuló 5.000 pedidos antes de salir de fábrica.
Pero, ese ascenso fulgurante se cortó de seco en 1991 cuando la marca alemana, sin dar muchas explicaciones, dejó de fabricar el Z1 con tan solo 8.000 unidades construidas.
No obstante, esas características que dejó este impresionante vehículo se trasladaron a nuevos modelos de BMW como, por ejemplo su estudiada aerodinámica y su eficaz suspensión trasera.
Su interior no era una locura y era prácticamente de lo más sencillo del mercado. El BMW Z1 contaba con cuatro relojes: combustible, velocidad, revoluciones, temperatura del motor.