La impresión 3D llega a las carrocerías de los coches: así se imprime
La impresión 3D se ha mostrado como una aliada en los meses más duros de la primera ola del covid-19 en España y muchos otros países europeos. Esta nueva tecnología agiliza y simplifica los procesos de producción de pequeñas piezas, pero es capaz de construir casas, imprimir comida… y, sí, también construir coches.
El McLaren 720S Spider, un elegante vehículo biplaza que recuerda al mítico bólido de Batman, no ha sido construido, sino que ha sido impreso y lo ha hecho con fibra de carbono y titanio.
McLaren 720S Widebody es una prueba de concepto de lo lejos que se puede llegar con los últimos métodos de impresión 3D disponibles. Los ‘culpables’ de esta locura son una compañía estadounidense de Montana, SWAE son los que han hecho realidad este 720S Spider.
Bien es cierto que no es la totalidad del vehículo la impresa con esta nueva tecnología. El alerón trasero, por ejemplo, está soportado con una estructura de titanio impresa en 3D que, según SWAE, es la primera de estas características.
La impresión 3D no es algo novedoso, sino que lleva varios años en muchas industrias, ya sea de polímeros y otros materiales. Sin embargo, la evolución de esta tecnología ha permitido adaptar sus innovaciones al mundo de la movilidad y del motor.
Tecnología cada vez más accesible
La impresión 3D de este nivel estaba reservada a unos pocos, que la usaban para la creación de prototipos y piezas en la industria aeroespacial y automovilística. El precio de las impresoras ha bajado tanto en los últimos tiempos que cualquier pequeña empresa puede acceder a estas máquinas.
La nueva aerodinámica de esta carrocería no es meramente decorativa, sino que ha sido diseñada para poder dominar un aumento de potencia radical. SWAE afirma que, gracias a su tuneo de motor, el McLaren ha pasado de los 717 caballos de la versión de fábrica a 900 caballos en su tracción trasera (1000 caballos en el cigüeñal, según la revista 'Motor1').
Pero lo que es realmente sorprendente no es ni el aumento de potencia ni el diseño, sino comprobar hasta qué punto es posible crear ahora cualquier tipo de objeto 3D, con una complejidad ilimitada y unos tamaños de piezas que hasta hace poco eran imposibles o estaban solo al alcance de muy pocos.