Cómo eliminar los mosquitos de la carrocería del coche y otros trucos para cuidarla este verano
“El verano ya llegó, ya llegó” que decía la canción y con él, el calor, los desplazamientos por carretera… y, sí, también los mosquitos. Seguro que, tras un viaje, la carrocería del coche se ha visto salpicada de los restos de estos “molestos” seres vivos.
Para su retirada hay que tener cuidado, porque, lo más importante es no rayar el coche. Ya hemos visto que las heces de los pájaros o la resina de los árboles puede destrozar la pintura del vehículo si no la cuidamos y retiramos con delicadeza.
En verano, los mosquitos son unos acompañantes más en nuestros viajes, sus restos pueden rayan la pintura, así que hay que prestar especial atención a cómo se retiran de la pintura.
Hay que vigilar cómo se realiza la limpieza, porque llegan a incrustarse en la carrocería, porque la velocidad a la que impactan es muy alta. A ello se le suman el calor y el aire que provocan que los fluidos se resequen y sea más complicado deshacerse de ellos.
Antes de ponerse manos a la obra, es importante recordar que no hay que frotar los restos de los insectos con una esponja en ningún caso. Si hacemos, esto ve pidiendo cita en tu taller CertifiedFirst más cercano.
Para eliminarlos sin provocar un destrozo… Toma papel y boli:
- Humedecer con agua tibia la zona a limpiar y dejar un tiempo actuando para que se ablande.
- En un lavado de agua a presión, usar el chorro de agua caliente con jabón para eliminar los residuos sólidos.
- Una vez sin restos de sus esqueletos, podremos quitar las manchas frotando con una esponja o con un cepillo.
Cuidado con el verano
Sin embargo, los mosquitos no son el único peligro del verano. El sol, como para nuestra piel, también es dañino para la pintura de los vehículos. Lo mejor es aparcarlo en zonas de sombra, siempre que se pueda, y si la exposición va a ser prolongada… intenta cubrirlo con una lona.
También es esencial taparlo si se aparca cerca de la playa, porque la arena y la brisa marina no son buenos compañeros de viaje para nuestro coche. El viento, por muy leve que sea, deposita sobre la carrocería del vehículo pequeños granos de arena que al pasar un trapo o cualquier esponja puede provocar pequeños arañazos en la pintura.
Lo mejor es lavar el coche con agua a presión, pero, eso sí, recuerda a hacerlo a cierta distancia para no provocar que la pintura se levante y "sea peor el remedio que la enfermedad" que señala el refranero español. Si no es posible, entonces un paño bien húmedo es la solución para retirar la suciedad en la que se mezclan estas sustancias.
Además de la arena, la brisa marina también deposita sobre la carrocería pequeñas gotas de agua salada provenientes del mar y eso no limpia el coche, sino que en unos meses o años puede provocar que la carrocería se oxide y, atención, dado que el mantenimiento no ha sido el correcto, la garantía del fabricante no se hará cargo de la reparación.