¿Sabes por qué este Lincoln no es un coche ni italiano ni americano?
Lincoln Motor Company es una de las marcas míticas del mundo del automovilismo mundial, centenaria. Aunque en 1922 entró a formar parte de otra gigante: Ford. Lincoln es una firma que en España es poco conocida (en general, a este lado del Atlántico), pero que fabricó coches para gobiernos, incluso la realeza inglesa o la Jefatura del Estado francesa. Por ello, no te asustes si solo te suena este nombre por el presidente de Estados Unidos.
La empresa se encontró en severos problemas financieros tras la Primera Guerra Mundial, lo que propició que fuera comprada en 1922 por la Ford Motor Company, que todavía posee y manufactura automóviles bajo la marca Lincoln en la antigua división Lincoln-Mercury.
Sus vehículos clásicos no pasan desapercibidos por las calles, carrocerías grandes y pesadas. Sus nuevos modelos, todavía se siguen fabricando, son auténticos autobuses familiares y tremendamente populares en América.
¿Es un Lincoln?
Sin embargo, al repasar el garaje de esta marca, aparece un modelo que no parece de la familia y es el Lincoln Quicksilver. Un coche más ‘delgado’, más ‘estilizado’ y… más italiano. en comparación a los Lincoln de la época, que se caracterizaban por ser muy cuadrados y anchos... (sólo hay que recordar cómo era, por ejemplo, la carrocería del Lincoln Continental de 1970)
El Lincoln Quicksilver fue diseñado por Ghia y ésta está considerada como una de las empresas italianas más famosas en el diseño y consultoría de construcción. Fue fundada por Giacinto Ghia y Gariglio como Carrozzeria Ghia & Gariglio, siendo Turín la ciudad que la vio nacer.
En los 70, la firma transalpina fue la encargada de dar forma a los vehículos más lujosos de Ford y entre sus obras cayó el Quicksilver. Así, este modelo contó con un diseño futurista y, especialmente aerodinámico.
El chasis fue tomado del AC 3000 ME, un coche deportivo de motor central Ford V6 de 3.0 litros y carrocería de fibra de vidrio que fue producido entre 1979 y 1985. En este caso se alargó 27,9 centímetros para poder alojar una fila adicional de asientos.
Lincoln nunca llegó a producir el Quicksilver (quizá lo vio muy alejado de su 'zona de confort') y se mantuvo hasta 2014 guardado en una colección privada de Ford, aunque, finalmente, se vendió por 22.000 euros en subasta privada.