¿Una carrocería con forma piramidal? Citroën Karin, el peculiar coche futurista francés de 1980
El Citroën Karin es uno de esos coches que si los ves por la carretera o por la calle no pasa desapercibido. El Karin es una de esas locuras que salen de vez en cuando de las factorías de las grandes marcas.
Corrían los locos años 80 y la marca francesa quería sorprender a propios y extraños en casa, en el Salón de París. Y vaya si lo hizo: presentó un coche totalmente disruptor: un vehículo pirámide.
Un coche futurista donde las aristas predominaban, con un diminuto techo sobre el que convergían las enormes superficies acristaladas que formaban el parabrisas y las lunetas.
Así es la carrocería de este vehículo de tres plazas donde el conductor se encontraba en el centro y a sus lados las dos plazas restantes, eso sí, un poco más retrasadas. El Citroën Karin fue diseñado por el británico Trevor Frost, más conocido por Trevor Fiore y su compañía de diseño Fiore Design.
Muy futurista
Los controles se encontraban en la parte central, con un volante de un solo radio doble de estilo futurista. Todos los mandos se concentraban alrededor del cuadro, como ocurriera en diversos modelos de la marca. El resto del salpicadero podemos decir que resulta inexistente, con pequeñas pantallas digitales a los extremos, buscando el minimalismo.
Un coche y un diseño de otro tiempo que recuerda a la filmografía más futurista de Hollywood. El Karin nunca llegaría a ver la luz, tal vez porque ofreciera un concepto de automóvil demasiado adelantado a su tiempo, pero sí sirvió de inspiración para futuros modelos de la marca.
Concretamente sería el Citroën AX, lanzado 6 años después, quien más similitudes compartiría con el Karin, como el frontal afilado o, sencillamente, la forma de los pasos de rueda y de los tapacubos aerodinámicos.