Hierba y catalizador, una combinación que puede ser nefasta para la ‘piel’ de tu coche
En verano, los incendios son muy frecuentes. Las altas temperaturas y el terreno seco son la combinación perfecta para conseguir que ardan los terrenos y este 2021 está quedando de manifiesto.
Cualquier chispa o cualquier zona caliente puede desatar este tupo de acontecimiento por ello es muy importante saber dónde dejamos el coche aparcado. Si aparcas sobre un terreno que no esté limpio, en el que haya hojas, hierba, ramas o cualquier tipo de vegetación debajo del coche, el riesgo de incendio es alto.
Estas plantas podrían tocar con el catalizador, una pieza del coche que está muy caliente, por encima de los 300 grados. Y con ello hay muchas posibilidades de que se provoque un incendio.
A esta temperatura hay que añadir el caldo de cultivo idóneo para alimentar el incendio: la gasolina del coche. Esto puede provocar que se las llamas florezcan y aumente su virulencia.
Además, si el coche dispone de asientos de cuero o plástico, una funda de tela te ayudará más a esta situación. Lo mejor es tomar siempre precauciones y estacionar o aparcar el vehículo en los lugares habilitados para ello.
En esta época del año, las temperaturas que se alcanzan en ciertos lugares de la Península Ibérica son muy altas y en los habitáculos del coche también se disparan. Los materiales del interior del vehículo cogen mucha temperatura y al sentarte corres el riesgo de quemarte, literalmente. Si aparcas en una zona segura deja un par de centímetros abierta alguna ventanilla.
Este simple gesto, por ejemplo, evitará que el volante, la palanca de cambios y los asientos quemen cuando te subas a bordo. Al llegar a tu coche después de que haya estado aparcado al sol durante un buen rato. Lo aconsejable es abrir al menos dos puertas antes de entrar, eso creará una corriente de aire que rebajará unos grados la temperatura.