¿Qué ha ocurrido con los descapotables de techo duro retráctil?
Ir con la melena al viento es una de las pasiones de los influencers en las redes sociales, especialmente, en Instagram. Las carrocerías descapotables son tendencia, pero… ¿qué ha pasado con las de techo duro retráctil?
No son fáciles de encontrar y ya son casi imágenes para el recuerdo. Hubo una época en que si que eran las más deseadas. De hecho, no hay que olvidar el Mercedes-Benz SLK de primera generación (R170) quien generalizó la idea te tener un coupé y un descapotable en el mismo conjunto.
En los últimos 20 años, han existido modelos descapotables con el techo rígido casi para todos los gustos, colores y presupuestos, desde pequeños coupés como el Renault Wind y el Opel Tigra, populares compactos como los Peugeot 307 CC, Renault Megane Coupé-Cabriolet, Ford Focus Coupé-Cabriolet, Opel Astra Twin Top, o el VW Eos, y hasta cuatro plazas de gran tamaño y presupuestos como el Mercedes-Benz SL.
Incluso, se podían encontrar interesantes deportivos como el Ferrari California ensamblado en Maranello que en 2018 pasó a ser Portofino, pero antes se actualizó al California T.
¿Por qué no hay?
El motivo por el cual se ha abandonado esta configuración en casi cualquier descapotable que aún quede en el mercado (un segmento que ha perdido muchos adeptos con los años) es la complejidad para hacer que los paneles metálicos se movieran y ocultasen.
Pero, además de mayor dificultad para empaquetar el conjunto, la configuración también es más pesada con respecto a un techo de tela.
Otras compañías ya han reemplazado silenciosamente sus modelos de techo rígido retráctil en sus nuevas generaciones con mecanismos de techo de tela, como los últimos BMW Z4 y Serie 4, o el próximo Mercedes-Benz SL.