Cómo puede darte un disgusto la carrocería de tu coche en la ITV
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha desvelado las cifras de las ITV correspondientes al ejercicio 2020. En total las estaciones han revisado 19.608.689 vehículos, un 5% menos que en el 2019.
De esa cifra, del total de vehículos inspeccionados, 3.735.714 no superaron a la primera la inspección obligatoria, lo que representa un 19%. Mientras que la mayoría de los vehículos que asistió a las estaciones de ITV, un total de 15.872.975, la superó favorablemente.
De las inspecciones realizadas en el 2020 se detectaron un total de 24.914.394 defectos, de los cuales el 28,21% son defectos graves. Son los que automáticamente imposibilitan que un vehículo pueda superar la ITV porque disminuyen sus condiciones de seguridad o ponen en riesgo a otros usuarios de las vías públicas o pueden tener un impacto sobre el medio ambiente.
Las causas principales por las que un 19% de los vehículos no supera la ITV a la primera son:
- Alumbrado y señalización: es el apartado en el que se detectan más defectos graves con un 25,85%.
- Ejes, Ruedas, Neumáticos y Suspensión: con un 19,3% de defectos graves detectados, sigue siendo el segundo capítulo que más defectos se detectan en la ITV si bien sigue la tendencia de los últimos años y, en breve, seguramente pasará a ser la tercera causa.
Atención a la carrocería
La carrocería y el chasis también ofrecen motivos para aprobar o suspender el examen. Y, más concretamente, el estado de los mismos, si existen o no restos de óxido, pequeños cortes o aristas cortantes.
Antes de acudir a la ITV comprueba que tu vehículo no presenta restos de óxido, aristas cortantes en la carrocería. Las pérdidas en los circuitos hidráulicos y los problemas en los sistemas eléctricos serán calificadas como graves si son abundantes en el primer caso y genera riesgo de cortocircuitos en el segundo.
Resultado ITV
Si el resultado de la ITV es desfavorable, la estación ITV concederá a su titular, para subsanar los defectos observados, un plazo inferior a dos meses, cuya extensión concreta se determinará teniendo en cuenta la naturaleza de tales defectos.
El titular del vehículo será directamente responsable de que se repare el vehículo, que no podrá circular salvo para acudir al taller, o para regularizar su situación y para volver a realizar la inspección.
Mientras que si es negativo, el vehículo no podrá circular por sus propios medios ni siquiera para salir de la estación a su destino o a un taller.