¿Por qué pueden ser (muy) útiles las fundas de coche si lo que queremos es cuidar su carrocería?
Aunque la pintura que protege la carrocería de los vehículos está diseñada para aguantar situaciones muy duras, dejar nuestro automóvil expuesto a los elementos durante largos periodos de tiempo no sólo termina dañándolas, sino que también acaba por afectar a plásticos, cromados y otras superficies...
El mundo del automóvil, y sobre todo el de los conductores, se divide casi a partes iguales entre aquellos que dan el máximo cariño a su coche y aquellos que, por comodidad, rapidez u otros factores, no hace todo lo posible. Ese cuidado no sólo se refiere a su mecánica sino también a su carrocería. Y si hablamos del cuidado de la chapa y pintura de tu coche ¿Eres de los que usa fundas para proteger tu coche o has pensado alguna vez en usarlas?
La protección de la carrocería
¿Cuántas veces hemos escrito en el blog de CertifiedFirst que son numerosos los agentes externos que pueden dañar la pintura y la carrocería de tu vehículo? Por ejemplo, los rayos ultravioleta del sol pueden dañar pintura, gomas y plásticos hasta el punto de tener que pasar por el taller para arreglar los desperfectos.
En este sentido, podemos encontrar en el mercado diversas formas de proteger nuestro coche. Las más sofisticadas podrían ser las ceras o los barnices UVA. Sin embargo, ninguna de estas soluciones aúnan su facilidad de uso con los efectos duraderos sobre la carrocería como una buena funda protectora.
Se trata, sí, de una solución simple, pero que puede funcionar para proteger el exterior de su coche durante más tiempo. Conservando, de este modo, su acabado original así como, por ejemplo, su valor de reventa.
¿Cómo son las fundas de coche?
Normalmente, encontraremos en el mercado dos tipos principales de fundas para automóvil: textiles o plásticas. Las primeras suelen estar compuestas por una tela específica, presumiblemente suave en su interior, y una cobertura plástica exterior repelente al agua. Las fundas de mayor calidad pueden contar con varias capas adicionales que darán más protección al automóvil dependiendo del lugar o el clima en el que se utilicen.
Para evitar que los agentes externos alcancen el exterior del automóvil, bien se pueden optar por fundas hechas a medidas específicas para un modelo concreto o una 'universal' ajustable.
A menudo, las fundas protectoras se suelen usar cuando se almacenan vehículos inactivos, que no se planean usar durante un período largo de tiempo, aunque también se pueden utilizar a diario y no sólo si hablamos de vehículos clásicos, deportivos o de lujo con delicadas pinturas.
Estas fundas pueden usarse en tanto en garajes para proteger a los vehículos del polvo como para estar a la intemperie, donde también preservarán de factores externos como la savia de los árboles, la nieve, la suciedad, el polvo, los excrementos de los animales o los insectos.
Ventajas de las fundas (para interior y para exterior)
Para el primer caso, la funda suele ser más liviana y transpirable, mientras que, en el segundo, lo habitual es que sea mucho más resistente e impermeable, pues tendrá que hacer frente a los elementos.
No en vano, si eres de los que aparca su vehículo a la intemperie en zonas con otoños e inviernos fríos, una funda te ayudará también a preservarlo de las heladas.
Además de la protección de la carrocería, estas fundas muchas veces también protegen de robos al ser un elemento disuasorio, ya que quitar la cubierta aumenta el riesgo de que el ladrón sea pillado 'in fraganti', debido al tiempo adicional que necesita para acceder al vehículo.
Por último, si estacionamos en aparcamientos públicos, de residentes o comunitarios, las fundas ofrecen protección adicional contra pequeños golpes o 'toques' con las puertas de vehículos aparcados a los lados del nuestro.
¡Ojo! Qué tener en cuenta
Aunque existen muchos beneficios al usar una cubierta o funda de coche, hay algunos factores a considerar antes de comprar una, como:
– Las fundas más baratas a menudo no tienen forro interior y esto aumenta el riesgo de provocar imperfecciones superficiales con su instalación y desinstalación.
– La humedad puede quedar atrapada debajo de la funda, dejando la superficie húmeda durante más tiempo del que quedaría expuesta al sol así que ten en cuenta que debe ser en cierto modo transpirable.
– Si la funda no está bien asegurada, podría rozar la pintura y dañarla.
En el mercado, puedes encontrar muchas fundas con materiales duraderos, de alta tecnología y respetuosos con la pintura. Sólo tienes que buscar y comparar. Ten en cuenta que en las que son más caras lo que realmente estamos pagando es por su calidad.
Recuerda que se trata de una inversión a largo plazo diseñada para aumentar la longevidad de la pintura y la carrocería de tu automóvil y de conseguir mantenerlo como nuevo durante más tiempo.
Y es que dañar la pintura y la chapa de tu coche es más fácil de lo que parece. Por eso, poner todo de nuestra parte nos ayudará a protegerlas.