¿Sabías que la pintura de coche está en el origen de la colección Thyssen?
Quizás no lo sabías, pero la pintura de coche fue una inspiración para Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza. El coleccionista basó su elección no en vehículos sino en materia que poco a poco dejó de ser una simple colección de arte para ser una colección de arte a nivel mundial y que hoy se puede disfrutar en el Museo Thyssen de Madrid.
Dato curioso: su padre tenía muchos cuadros y en su familia eran tres hermanos. En el momento de la herencia, él recibe la mayor parte de bienes, pero menos cuadros que el resto. Ahí comienza su afán por recuperar los restantes para recomponer la colección y cumplir el sueño de su padre.
Es decir, su objetivo era comprar los cuadros a sus hermanos para poder tener la colección al completo. Así fue como se topó con el cuadro ‘Marrón y plata I’’ (1951) de Jackson Pollock.
Ante él, alucinó al saber que la pintura utilizada para el cuadro era pintura de coche. Pollock era un artista joven que había estudiado bien la materia pero que tuvo que atravesar momentos de guerra no solo en el exterior (dos guerras mundiales) sino en su interior.
Esto mismo le llevó a fallecer pronto, pero dejó cuadros como el de ‘Marrón y plata I’ que sin saberlo fue el más importante para Hans Heinrich. Es más, fue con el que dio inició a su colección de arte. De esta manera, consiguió reunir en Madrid pintura antigua, moderna y contemporánea después de siete décadas.
Cómo surge ‘Marrón y Plata I’
Pullock era un pintor estadounidense que vivió en la primera mitad del siglo XX. En esta época en EE. UU, había gran interés por el arte. Él fue uno de los exponentes del Expresionismo Abstracto. Un movimiento surgido en los años 40 y que se inspira en el Surrealismo por dar importancia a lo que es el proceso creativo, el acto de pintar. En efecto, buscaban una nueva forma de hacer arte.
‘Marrón y Plata I’ es una pintura abstracta en el que no hay ningún reflejo de la realidad. Además, rompe con todo tipo de estereotipos. Si la pintura estaba basada en luz, perspectiva, proporciones… ahora no había orden solo colores y formas. El artista se deja fluir y pinta sobre el lienzo al ritmo del cuerpo. No hay una idea fija sobre qué hacer. Sino a lo que uno siente. Su manera de pintar era derramando o lanzando la pintura sobre el lienzo en el suelo.
Igual no hay figuras de coches en esta obra, pero el cuadro está vinculado a la automoción por el material empleado, la pintura. Además, esos dos colores estaban entre los más utilizados en aquellos años en los vehículos. Un marrón casi negro y un plata que es un gris azulado.