¿Te acuerdas del Ford Sierra? Repasamos sus carrocerías más recordadas ahora que cumple cuatro décadas

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A principios de los años 80, Ford Europa presentó el Sierra, un nuevo modelo que debía reemplazar al Taunus (no confundir con el Taurus, otra berlina de la marca del óvalo que se vendió en España también en los 80). Este nuevo modelo, de gama media y que tenía buena relación entre precio y producto, presentaba un diseño rompedor, que enseguida fue todo un éxito de ventas...

El nuevo Ford llamaba mucho más la atención y, como decíamos, su éxito fue rotundo. Destacaba por su diseño futurista, formas redondeadas y un frontal muy afilado. Además, contaba con la opción de carrocerái con 5 puertas, por lo que fue aún más demandado en una época en la que se el mercado estaba copado por berlinas de tres volúmenes (sedanes con 'culo').

Con la presentación del Sierra en 1982, Ford anunciaba su nuevo lenguaje de diseño, que rompía por completo con el estilo precedente y marcando las formas de la nueva década para la marca americana, que tres años más tarde presentaría su nuevo buque insignia, el Scorpio, y que también rompía por completo con el estilo de su predecesor, el Granada.

Cómo era su carrocería

Su carrocería, con los cristales casi enrasados, su perfil afilado y la zaga truncada conseguía una buena eficiencia aerodinámica para la época (anunciaba un Cx de 0,34 que no estaba nada mal en aquellos años).

Aun así, sus motores eran algo anticuados y no conseguía unos consumos ajustados, siendo su elevado consumo uno de las pocas críticas frecuentes por parte de la prensa especializada, que lo acusaban de 'tragón'.

En España el Sierra llegó en un momento en el que poco a poco se iban abriendo las puertas a las importaciones, por lo que este modelo, con un precio muy competitivo, comenzó a ser frecuente. Un coche muy valorado por su confort y amplitud interior, con un habitáculo bien aprovechado.

¿Qué destacaba del Sierra?

Su diseño 'rompedor' no dejó indiferente a nadie. Su frontal, con una parrilla de plástico muy inclinada, un grueso parachoques y unos faros integrados tenía un aspecto diferente a lo acostumbrado.

Por eso, no extraña que la marca sueca Saab se inspirase en él para el diseño de uno de los 'concept' más llamativos de la época, el Saab EV1 presentado en 1985 y que aparecía en Regreso al Futuro II como uno de los coches del s. XXI.

El Sierra unía un estilo vanguardista con soluciones tradicionales a partes iguales. Su estética mucho más moderna que la de la competencia, chocaba con anacronismos como su tracción trasera (con suspensión independiente, eso sí) o sus motores de prestaciones y rendimiento modestos para sus cilindradas.

En cuanto a su interior, era muy espacioso y confortable, en el que podían viajar cinco pasajeros con holgura y mucho espacio para el equipaje. El salpicadero llamaba la atención por su diseño moderno y un cuadro de instrumentos con diales semicirculares y buena información.

Con la llegada de las versiones XR4 y, sobre todo, del mítico Sierra Cosworth con culata multiválvulas y turbo, el modelo alcanzó y superó los 200 km/h gracias a sus 150 y 204 CV respectivamente, cifra que subiría posteriormente a 22O CV en el caso del Cosworth, con la llegada de la carrocería Saphire de 4 puertas y tracción total.

Carrocerías de 3, 4, 5 puertas y Break

A mediados de los 80, la gama del Sierra ya era lo bastante madura como para ser una de las más variadas del mercado, con carrocerías de 3 y 5 puertas, así como un práctico familiar y mecánicas que cubrían desde los 60 hasta los 204 CV.

Sobre las carrocerías, llamaba la atención que existiesen dos tipos para la opción de 3 puertas. Por un lado, una con la ventana lateral de una pieza y otra con un montante oblicuo que la dividía en dos cristales triangulares y que resultaba muy llamativa.

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Cinco años después de su lanzamiento, en 1987, el Sierra era sometido a un profundo 'lavado de cara' que afectó a la gama de motores disponibles y a su estética, con un diseño del frontal (la parte más criticada de su diseño) completamente reconfigurado y la aparición de la carrocería Saphire de 4 puertas tipo sedán.

En el habitáculo los cambios fueron mínimos, algo lógico si tenemos en cuenta que desde su lanzamiento fue uno de los aspectos del Sierra mejor valorados.

Ford Sierra Cosworth

Ford supo sacar partido de la publicidad que daba la competición para sus modelos de calle. En Europa los rallys estaban en su máximo apogeo en la década de los ochenta y la marca vio ahí el mejor escaparate para sus modelos.

Así presentó el Ford Sierra Cosworth, un modelo que, salvo por el salvaje alerón trasero de las primeras versiones, era mucho más discreto que sus prestaciones y que llegó a contar con tracción total.

Probablemente, la versión Cosworth ha sido la que más ha contribuido a que el nombre de esta berlina no haya caído en el olvido pese a que su fabricación cesó en 1993, cuando fue relevado por el Mondeo, modelo que curiosamente ha dejado de comercializarse en Europa este año.

Este espíritu 'racer' hizo que Ford apostara por varias versiones 'radicales' del Sierra, con señas distintivas propias en la carrocería. Así, además del XR4, vieron la luz el XR8 o el RS500.

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