Roza los 40 pero sigue en buena forma: así ha cambiado el Ibiza, el coche que marcó la historia de Seat
La primera generación del popular utilitario de la marca española vio la luz en 1984
Todas las marcas tienen coches icónicos que no tienen por qué ser superdeportivos. Hay veces que la practicidad, un diseño revolucionario o, simplemente su precio, los convierten en historia de la automoción. Algunos de estos modelos son el Golf de Volkswagen, el 500 de Fiat o este que hoy nos ocupa, el ya mítico Seat Ibiza, que a sus casi cuarenta años sigue desbordando juventud por los cuatro costados.
Nacimiento de un mito
La primera unidad que salió de la fábrica española lo hizo en 1984.Se presentó en Paris como primer producto de la marca desarrollado como una compañía independiente. El encargado del diseño del Seat Ibiza Mk1 fue el prestigioso diseñador italiano Giorgetto Giugiaro, y para el desarrollo del motor se contó con la colaboración de Porsche. El vehículo contaba con una gran superficie acristalada entre sus características más notables. La fiabilidad del modelo y su precio económico hicieron que se fabricasen 1,3 millones de Ibiza.
El primer Ibiza se comercializó hasta 1993, momento en el que nació la segunda generación. Compartía la plataforma del Volkswagen polo, lo que le proporcionaba un gran salto cualitativo, así como en los materiales, además de un abaratamiento de costes. De nuevo, Giugiaro se encargaría de la parte de diseño, aunque en esta ocasión, el Ibiza presentaba unas líneas más redondeadas y suaves en su carrocería.
Además, en el 1999 llegaría un restyling que cambiaría por completo el frontal y la trasera del vehículo. También, en la segunda generación, Seat presentó las versiones más deportivas, GTI y Cupra con motores de 130 y 150 CV, así como un diésel GT TDI de 110. El coche se produjo hasta el 2002 y se vendieron más de 1,5 millones de unidades, de las cuales, algunas todavía circulan hoy en día.
Primera generación del milenio
En la tercera generación de Ibiza, a pesar de seguir el mismo concepto de Giugiaro, con una línea redondeada, suave y con grandes ventanas, el diseño se le encargó a Walter da Silva. Presentaba una imagen más moderna y detalles como el nombre del modelo en medio del portón trasero así como la apertura del maletero oculta en el logotipo. En 2006 se realizó un pequeño restyling para actualizar el modelo y también crearon versiones para aquellos que querían un toque deportivo con FR y Cupra, así como una de bajo consumo llamada Ecomotive. El fabricante español produjo 1,2 millones de unidades desde 2002 hasta 2008
La cuarta generación de Seat sí experimentó una revolución en su diseño, aunque bajo el mismo concepto de hatchback. El diseñador belga Luc Donckerwolke se encargó de su carrocería exterior, que dotó al Ibiza de formas más angulosas que le proporcionaban una deportividad nunca vista hasta entonces. Además, también creció el número de carrocerías disponibles, con versiones de tres y cinco puertas, las SC coupé y una familiar, la ST. También se actualizó en su interior en cuanto a conectividad y la gama Cupra alcanzaba casi los 200 CV. De esta generación se produjeron 1,6 millones de Ibiza entre 2009 y 2017.
Y lo que nos queda...
Por último, en 2017 vio la luz la última generación del Ibiza que sigue hasta nuestros días. Para la última generación, el coche contó con un diseño 100% español a manos de Alejandro Mesonero-Romanos. La marca decidió volver a reducir las carrocerías disponibles dejando solamente la opción de 5 puertas, aunque aumentó sus motorizaciones y combustibles incluyendo en su catálogo el TGI que funciona con GNC.
Además de estas versiones, cabe destacar que el Ibiza también sirvió de base para un modelo berlina, el Seat Córdoba, así como un modelo convertido en furgón ligero, el Seat Inca.
Seat tiene Ibiza para muchos años, y pese a que roza los cuarenta, es un coche con un aspecto juvenil, desenfadado, perfecto para contemplarse como opción de primer coche, para moverte por ciudades en un vehículo compacto y para lucir un diseño que ya es un icono de la firma.