El 600 fue un icono en España, pero ¿sabes que existió una carrocería de cuatro puertas?
Así fue la versión más familiar del icónico coche español
El Seat 600 es quizá uno de los coches más icónicos del automovilismo español. Marcó un antes y un después en la industria de la automoción y a día de hoy ha llegado como un referente histórico y cultural. La mecánica e interiores sencillos, su pequeña carrocería y su encanto particular hicieron de él un mito que continúa en nuestro tiempo.
Sin embargo, y a pesar de que en los lejanos 50 y 60 muchas eran las familias (enteras) que se subían en un Seat como este y emprendían viajes todos juntos hacia sus destinos vacacionales con el equipaje en el techo de su carrocería, hubo una versión más familiar que proporcionaba más espacio a los ocupantes.
Seat 800, un 600 de cuatro puertas
Si bien es cierto que el Seat 600 es un coche que solo sacó una carrocería con dos puertas laterales, Seat tuvo la gran idea de añadir otras dos puertas traseras para proporcionarle más espacio. A pesar de que Fiat proporcionó la base del 600 y diseñó otras carrocerías como descapotables y coupés, el 600 de cuatro puertas fue una invención 100% de nuestro país sin réplica italiana. Además, para ser un elemento diferenciador se llamó Seat 800.
El diseño corrió de parte de Carrocerías Costa, que lo modificaron aumentando la longitud y distancia entre ejes hasta 18 centímetros, lo cual hacía que los pasajeros traseros viajasen obviamente más cómodos. El 800 presentaba cuatro puertas, de las cuales las delanteras se abrían en modo ‘suicida’ y las traseras de manera convencional y un tercer cristal lateral en la parte trasera. Por su parte, Fiat también creó carrocerías de cuatro puertas, pero ningunas llegaron a ser oficiales como ocurrió en la del 800.
Todo heredado del 600 original
Era una transformación de la carrocería, sin embargo, y a pesar de que contase con detalles como los anteriormente mencionados, el 800 no es más que otro modelo de Seat un 600 un poco más amplio, pues aprovechaba todas las piezas de su hermano pequeño, desde los portones delanteros hasta los interiores.
Puesto a heredar, el Seat 800 no solo heredó lo que pudo de la carrocería del 600, sino que además adoptó exactamente la misma gama de colores que el modelo de dos puertas. Eso sí, con una excepción, el Seat 800 añadía a su catálogo de pintura el gris 797, exclusiva para el modelo ‘grande’ de la marca española.