Renault Espace F1: así era la carrocería y el diseño de un monovolumen con el corazón de un Fórmula 1
Este prototipo contaba con un kit de ensanche, pintura especial y 800 CV
Cuando las marcas presentan sus prototipos, todo el mundo espera ver diseños vanguardistas, futuristas e ideas que solo se verían en las carrocerías de los coches de las películas.
Sin embargo, Renault, allá por los 90, decidió realizar un prototipo con una carrocería, que todo el mundo conoce realmente bien: la carrocería de un monovolumen mítico como era y es el Renault Espace.
Cómo era el F1 monovolumen de Renault
Sus ingenieros tuvieron total y absoluta libertad para crear esta idea descabellada. Partiendo de la base de la carrocería del monovolumen familiar Espace, la gente de Renault comenzó por ponerla a dieta severa.
Para ello, eliminaron cualquier elemento sobrante del coche y fabricaron una carrocería propia en fibra de carbono. En esta se podía observar un rediseño mucho más agresivo, donde la altura era menor y se había realizado un trabajo de ensanche para proporcionar la una mayor estabilidad.
En cuanto al interior, los ingenieros, lo único que decidieron hacer es desechar cualquier componente. Así, de su conocida polivalencia, el habitáculo de la Espace quedo solo con cuatro asientos de baquet junto a un monstruoso motor de 10 cilindros y 800 caballos, idéntico a los que Renault motor Sport montaba en sus bólidos de Fórmula 1.
Una pintura homenaje a la competición
Para culminar este prototipo de monovolumen, Renault recurrió a un color de pintura único para este vehículo. Una combinación de dorado y negro, en tonos mate, que hacían evocar los tiempos de mayor gloria de la fábrica del rombo en los circuitos.
El resultado fue una carrocería gigante, con un sonido atronador que alcanzaba una velocidad de cero a 100 km/h en 2,8 segundos y con una velocidad punta de 315 km/h.
Y como recuerdo de esta grandísima Renault Espace F1 siempre nos quedará el mítico vídeo de Alain Prost, sacándole el máximo partido en el circuito de Paul Ricard, algo difícil de olvidar para todos los petrolheads ya que si cerrabas los ojos oías un F1 de la época, pero en cuanto veías que era un monovolumen, dejaba a todo el mundo perplejo.