¿Eres un amante del cine? Pues ahora puedes hacerte con una réplica de la carrocería de Chitty Chitty Bang Bang

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El séptimo arte nos ha dejado escenas cinematográficas en las que se han inmortalizado carrocerías que se han convertido en un icono, ya sea del propio cine en sí mismo o de la propia cultura de la automoción.

Por nombrar alguno de estos modelos, podemos decir que el mundo del tuning, con sus carrocerías anchas y colores llamativos y vinilos se hizo famoso gracias a todo gas, y las carrocerías modificadas del Toyota Supra o del Nissan Skyline se convirtieron en un mito.

También existe el caso en el que una carrocería ya era un mito antes de convertirse en una película, como el Ford GT40 de Le Mans, ‘66 dónde se puso de manifiesto que el gigante americano también sabría hacer deportivos y ganar carreras, nada más y nada menos que a la mismísima Ferrari.

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Sin embargo, el cine también nos ha dejado momentos de automoción entrañables con carrocerías totalmente disparatadas como de la que hablaremos hoy.

La carrocería de Chitty Chitty Bang Bang

Una de esas películas entrañables para todas la familia de hace más de 60 años, nos dejó posiblemente una de las primeras escenas de coches de carreras carrocerías tuneadas y, por qué no decirlo, una primera visión de los coches autónomos e incluso que pudieran volar.

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Pues bien, el film que protagonizó Dick Van Dyke en el año 68, donde interpretaba el papel de un inventor que convirtió un coche de carreras en una carrocería con vida propia ahora está a la venta.

El coche, pese a no ser la carrocería original que se utilizó en la propia película, es posiblemente una de las reproducciones más fieles que existen de este vehículo. De hecho, este vehículo sale a la venta con elementos anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Su carrocería de metal cromado en la parte frontal, combinado con ese habitáculo de madera en su parte exterior y de tela roja por dentro, con formas extravagantes hasta decir basta, y todos los detalles en rojo y dorado hacen que los amantes de esta película puedan volver a recrearla con solo con admirar la carrocería. Sin embargo, a diferencia del auténtico Chitty Chitty Bang Bang, este no puede volar pese a llevar la misma placa de matrícula.

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Sin embargo, lo que sí puede volar es su precio, pues se trata de una reproducción tan fiel a la carrocería que salía en la película que se habla de que rondará los 3 millones de euros cuando los amantes del motor más mayores quieran volver a su niñez pujando por el y escuchando ese Bang, Bang, Chitty Chitty Bang Bang de su amigo fiel...

Y recuerda que sea como sea la carrocería de tu coche siempre puedes mantenerlo en perfecto estado de chapa y pintura poniéndola en manos de los profesionales de Certified First.

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