El Shooting Brake: Elegancia de Aristócratas, Espíritu de Aventureros

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El mundo del automóvil está repleto de denominaciones que, con el tiempo, han evolucionado o han sido reinterpretadas por los fabricantes. Uno de los términos que ha resurgido con fuerza en los últimos años es "shooting brake", una configuración de carrocería que fusiona la deportividad de un cupé con la practicidad de un familiar. Pero, ¿qué es realmente un shooting brake y cuáles son sus características esenciales?

Orígenes británicos: cuando la caza y la elegancia se encontraron

En la aristocrática campiña británica, donde la caza era una tradición y la elegancia un estilo de vida, nació un concepto automovilístico único: el shooting brake. Durante las décadas de los 60 y 70, las marcas británicas reinventaron sus deportivos para un selecto grupo de conductores que no querían renunciar ni al lujo ni a la funcionalidad.

Así surgieron estos exclusivos modelos, con el alma de un cupé pero la versatilidad de un familiar, diseñados para transportar armas, perros y equipo sin necesidad de recurrir a un tosco todoterreno. La combinación perfecta entre sofisticación y utilidad, con el sello inconfundible de la elegancia británica.

Definiendo el concepto: ¿qué caracteriza a un shooting brake?

A lo largo de la historia, el concepto de shooting brake ha sido reinterpretado y adaptado por diferentes fabricantes. No obstante, su definición clásica se mantiene relativamente estable:

  • Debe derivar de un cupé, no de una berlina.

  • Tiene dos puertas laterales y un portón trasero, lo que lo distingue de un hatchback convencional.

  • La luneta trasera suele ser casi vertical, proporcionando un espacio de carga más amplio.

  • Mantiene un diseño deportivo y elegante, aunque sea más práctico.

Algunos ejemplos clásicos incluyen el Volvo P1800 ES, el Reliant Scimitar y diversas versiones creadas por carrocero británicos para Aston Martin y Jaguar.

La evolución y el regreso del shooting brake

Con la llegada de los hatchbacks y familiares deportivos, los shooting brakes fueron desapareciendo progresivamente del mercado. Sin embargo, en los últimos años, algunas marcas han revivido este concepto con un giro moderno.

Uno de los principales responsables de este renacer ha sido Mercedes-Benz, que denominó "Shooting Brake" a la versión familiar de su CLS. A pesar de ser un modelo de cuatro puertas, la marca alemana logró recuperar parte del espíritu de los shooting brakes clásicos.

Otros ejemplos más recientes incluyen el Ferrari FF, que llevó el concepto al extremo de la exclusividad y el rendimiento, y el Mini Clubman, que con su diseño retro y su particular portón trasero doble, también recoge la esencia del formato.

¿Es un término abierto a interpretaciones?

Hoy en día, algunos modelos intentan adoptar la denominación de shooting brake sin cumplir con los requisitos tradicionales. El caso de los Mercedes de cuatro puertas ha generado debate, pues muchos puristas consideran que un shooting brake auténtico debe tener solo dos puertas laterales. Sin embargo, la industria automotriz está en constante evolución y, al final, los fabricantes son los que definen las tendencias.

La importancia de un buen acabado en la carrocería

Independientemente de si hablamos de un shooting brake clásico o moderno, hay un aspecto clave en estos modelos: su diseño refinado y su carrocería exclusiva. En este tipo de coches, la pintura y el acabado deben ser impecables para mantener su carácter deportivo y elegante.

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