Dónde dejar el tapón del depósito de gasolina para evitar daños en la carrocería
Cuando vas a una estación de servicio a repostar, probablemente te fijas en el surtidor correcto, en el método de pago y en la cantidad de combustible que necesitas. Pero, ¿te has preguntado alguna vez dónde dejar el tapón del depósito de gasolina mientras llenas el tanque? Puede parecer un detalle menor, pero colocarlo en el lugar equivocado podría dañar la pintura y la carrocería de tu coche.
Un error común que puede afectar la pintura del coche
Algunos conductores dejan el tapón sobre el techo del coche, en el portón trasero o incluso apoyado en la carrocería cerca del depósito. Sin embargo, esto puede ser un error importante, ya que cualquier resto de gasolina o diésel que quede en el tapón puede entrar en contacto con la pintura del coche y deteriorarla con el tiempo. La gasolina es un líquido corrosivo y, si se derrama sobre la carrocería, puede provocar manchas, decoloración o incluso dañar la capa protectora de la pintura.
El truco poco conocido para colocar el tapón correctamente
Lo que muchos conductores desconocen es que la mayoría de los coches modernos cuentan con un pequeño gancho en la tapa del depósito diseñado específicamente para sostener el tapón mientras repostamos. Este sencillo pero efectivo diseño evita que tengamos que dejarlo en la carrocería o en cualquier otra superficie del coche, reduciendo el riesgo de que los restos de combustible entren en contacto con la pintura.
La próxima vez que vayas a repostar, observa la parte interior de la tapa del depósito de combustible. Encontrarás un gancho o una ranura donde puedes encajar el tapón de forma segura. Así evitarás que gotee sobre la carrocería y protegerás la pintura de posibles daños.
Otros líquidos que pueden afectar la carrocería de tu coche
Además de la gasolina, hay otros líquidos que pueden dañar la pintura de tu coche si entran en contacto con la superficie. Algunos de los más comunes son:
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Líquido de frenos: Especialmente los que no son de base de silicona, pueden ser altamente corrosivos.
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Café y refrescos: Contienen altos niveles de acidez que desgastan la capa protectora de la pintura.
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Huevos: Tanto la clara como la yema son extremadamente corrosivas y pueden eliminar capas enteras de pintura.
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Acetona y betún para zapatos: Ambos contienen productos químicos que pueden deteriorar la pintura rápidamente.
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Fluidos para vehículos como el refrigerante: Ablandan la pintura y la hacen más vulnerable.
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La pintura y la carrocería de tu coche son elementos clave para mantener su aspecto impecable y su valor en el tiempo. Si notas manchas, decoloración o cualquier daño en la pintura, lo mejor es acudir a un taller de confianza especializado en chapa y pintura. En la Red CertifiedFirst, contamos con los mejores profesionales y la tecnología más avanzada para que tu coche luzca como nuevo.