El tulipwood que conquistó california: el hispano suiza de 1924 que deslumbró en pebble beach
El 1924 Hispano Suiza H6C Nieuport-Astra Torpedo, conocido popularmente como “Tulipwood Torpedo”, se llevó el Best of Show en el 74º Pebble Beach Concours d’Elegance de 2025, la cita de elegancia más prestigiosa del mundo. El coche fue presentado por Penny y Lee Anderson Sr. (Naples, Florida), consolidando una edición en la que compitieron más de dos centenares de vehículos de referencia internacional.
No es la primera vez que la mítica marca fundada en Barcelona enamora a California: Hispano Suiza ya había sido reconocida dos veces antes (1972 y 1989). Este nuevo triunfo confirma la fascinación histórica de los coleccionistas por su exclusividad, carácter artesanal y estética atemporal
El encargo de un piloto audaz: ligereza, resistencia y elegancia
La historia de este H6C arranca con André Dubonnet, aviador y piloto de competición que buscaba un coche rápido, resistente y distinguido para brillar en las grandes pruebas de la época, como la Targa Florio. Hispano Suiza colaboró con el fabricante aeronáutico Nieuport-Astra para crear una carrocería inspirada en la aviación, cuyo objetivo era maximizar la ligereza y la aerodinámica sin renunciar a la belleza formal. El resultado: un torpedo que trasciende el tiempo.
Carrocería de “madera que vuela”: cómo se fabrica una obra maestra
El rasgo que hace único a este coche es su carrocería de madera: finísimas tiras de caoba (aprox. 3 mm o 1/8 de pulgada), remachadas con miles de remaches de aluminio sobre costillas internas y barnizadas a mano para crear una superficie fluida, ligera y resistente. Esta técnica, propia de fuselajes aeronáuticos, permitió un peso del conjunto en torno a 70 kg (≈ 160 lb), una cifra extraordinaria para la década de 1920. Ligereza = rendimiento + elegancia.
Chasis y corazón mecánico: ingeniería de alto vuelo
Bajo esa piel de madera late un Hispano Suiza H6C con motor de 8,0 litros y árbol de levas en cabeza, en configuración Type Sport y surbaissé (rebajada) para mejorar centro de gravedad y penetración aerodinámica. La versión integraba, además, un radiador más bajo y un depósito de combustible de mayor capacidad, pensado para rallies de resistencia. Forma y función trabajando juntas. (Datos históricos de la ficha técnica y documentación del modelo, refrendados por la bibliografía y notas de prensa recientes citadas).
Nació para competir: targa florio, coppa florio y gloria duradera
Gracias a esa combinación de ligereza, rigidez y potencia, Dubonnet firmó una 6ª posición en la Targa Florio (1924) y una 5ª en la Coppa Florio. Tras su etapa de competición, el coche fue adaptado para carretera con parabrisas y otros detalles y, con el paso del tiempo, pasó por manos de distintos coleccionistas hasta convertirse en uno de los grandes tesoros del coleccionismo mundial. Competía, deslumbraba y sobrevivía.
Restauración de “quirófano”: precisión, horas y respeto por el original
Para llegar al césped de Pebble Beach con ese brillo de museo, el vehículo fue objeto de una restauración de altísimo nivel, documentada durante años y ejecutada con miles de horas de artesanía para respetar el diseño original y su acabado. El trabajo —que suma más de 12.000 horas— muestra qué significa tratar la carrocería como patrimonio: investigación, materiales correctos y un proceso minucioso en cada remache, veta y capa de barniz. Así se recupera un icono.
Por qué su carrocería es pura lección de diseño (y de acabado)
Más allá del mito, este Hispano Suiza es un manual vivo sobre carrocería y acabados:
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Fluidez de líneas: el volumen torpedo, sin aristas bruscas, reduce turbulencias y favorece la penetración en el aire.
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Textura y brillo: la caoba barnizada genera profundidad óptica; el juego de luces sobre la veta realza cada curvatura.
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Unión de chapas y listones: los remaches no son solo estructura; dibujan una trama visual que subraya el carácter artesanal.
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Peso y reparto de masas: menos kilos equivalen a menos inercias, más dirección precisa y frenadas más estables.
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Reparabilidad inteligente: una carrocería así obliga a criterios de conservación: técnicas sin invasión, enmascarados impecables, barnices compatibles y curado controlado para no alterar el tono ni la veta.
Moraleja para el día a día: el acabado de tu coche —aunque no sea una pieza de concurso— también depende de materiales, técnica y control del proceso. Conservarlo como nuevo exige profesionales capaces de leer la superficie y respetar la capa de pintura como si fuera una obra de arte.
Lecciones prácticas para tu coche: cómo lograr un brillo “pebble beach” todo el año
1) Lava bien, pero con método. Usa dos cubos (jabón/aclare) y guante de microfibra. Evita rodillos agresivos y esponjas que micro-rayan. Seca con toalla de microfibra para no dejar cal.
2) Descontamina sin dañar. Antes de pulir, elimina ferrosidad y residuos adheridos con productos específicos y clay bar suave. No frotes en seco.
3) Pulido responsable. Un pulido escalonado (corte/medio/acabado) corrige hologramas y swirls sin “comerse” laca. Menos es más: controla rpm, presión y pasadas.
4) Sellado y protección. Ceras, sellantes o coatings crean barrera frente a UV, lluvia ácida y contaminación. Mantén un mantenimiento periódico para alargar su efecto.
5) Zonas críticas del otoño. Hojas húmedas, resinas y excrementos de ave son ácidos para la laca. Retíralos cuanto antes y revisa bajos, pasos de rueda y bordes de puertas.
6) Aparca con cabeza. Siempre que puedas, bajo techo. Si no, funda transpirable y evita zonas con árboles de resina.
7) Micro-reparaciones a tiempo. Un golpe de aparcamiento, una arañazo en defensa o un desconchón en el capó se agravan con humedad y frío. Intervenir pronto evita óxido y repintados más extensos.
Hispano suiza hoy: legado vivo y diseño que mira al futuro
El triunfo en Pebble Beach no es un gesto nostálgico; es la confirmación de un ADN que Hispano Suiza mantiene en su gama actual: diseño con identidad, ingeniería avanzada y acabados de altísima calidad. El espíritu del Tulipwood —innovación, ligereza, personalidad— sigue vigente en los proyectos contemporáneos de la marca y en su visión de la exclusividad.
¿Qué puede aprender un conductor de un best of show?
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Que la diferencia la marcan los detalles de la carrocería: alineación de paneles, uniformidad del brillo, transiciones invisibles entre piezas.
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Que la pintura bien aplicada —imprimación, color y laca— dura más y se ve mejor.
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Que un golpe pequeño o una rayadura mal resuelta arruinan el conjunto, como una nota desafinada en una orquesta perfecta.
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Que conservar el acabado es una mezcla de hábitos correctos y técnica profesional cuando toca reparar.
Cuando la perfección importa: tu carrocería en manos expertas
Si este Hispano Suiza enseña algo es que cada superficie cuenta. Y cuando tu coche sufre un roce, bollo o desconchón, la clave está en quién lo repara:
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Diagnóstico preciso del daño (incluyendo medición de espesores y lectura de código de color).
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Técnicas de desabollado y reparación de plásticos que ahorran repintados innecesarios.
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Enmascarados limpios y igualación cromática con espectrofotometría.
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Cabina de pintado con control de temperatura y humedad para un curado perfecto.
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Lijado y pulido de acabado que deja un brillo profundo y uniforme, sin marcas.
Así trabaja la red de talleres de carrocería CertifiedFirst, especialistas en chapa y pintura con procesos, equipos y materiales de primer nivel para que tu coche recupere su mejor versión. (Más información sobre su propuesta de valor y estándares de calidad en su propia página corporativa).
Arte, técnica y una superficie que cuenta historias
El Hispano Suiza H6C Nieuport-Astra Torpedo (1924) no solo ganó en Pebble Beach; recordó al mundo que la carrocería es arte aplicado, que un acabado impecable puede hablar tanto como una ficha técnica y que la belleza nace cuando forma y función se encuentran. Cuidar la superficie de tu coche es proteger su valor, su presencia y su historia.
Pide tu cita: pon tu coche en manos de expertos
¿Tu coche merece volver a brillar? Solicita ahora tu cita en el taller de la Red CertifiedFirst más cercano y confía en quienes entienden la carrocería como una obra de arte. Nuestros expertos en chapa y pintura te ayudarán a recuperar ese acabado perfecto que marca la diferencia kilómetro a kilómetro.