Las vacaciones de verano son para nuestro vehículo un periodo de sobresfuerzo, tanto de la mecánica, como de la carrocería, debido al calor, a la humedad y a las malas condiciones climatológicas propias del verano que tienen lugar en estas fechas.

Cuando llega el verano, todos los conductores desean tener en perfecto estado su vehículo para poder aprovechar su periodo vacacional y disfrutar del buen tiempo en sus destinos favoritos sin que ninguna avería se lo impida.

Cuando nuestro coche va cumpliendo años, sobre todo, si su lugar de residencia es una zona con temperaturas más extremas, es probable que se enfrente a uno de los mayores enemigos para su carrocería. Y sin duda, no es otro que el óxido.

Cada cierto tiempo, todos los vehículos se deben someter de manera periódica a su Inspección Técnica de Vehículos ITV que acreditará que pueden circular de manera segura por las carreteras del territorio nacional.

En los desplazamientos, sobre todo, en aquellos que sean de media larga distancia es cuando nuestra carrocería suele acabar llena de innumerables mosquitos que han ido chocando contra ella durante el camino.