Las redes sociales están llenas de vídeos que muestran trucos caseros para limpiar el coche. Uno de los más recientes ha captado millones de visitas: verter Coca-Cola sobre la carrocería, añadir bicarbonato de sodio y jabón de platos, y cepillar con fuerza. El resultado que se muestra es sorprendente: la suciedad parece desaparecer como por arte de magia. Sin embargo, este supuesto remedio esconde un peligro que muchos automovilistas desconocen: puede dañar de forma irreversible la pintura y el acabado de la carrocería.

A pesar de la vorágine del día a día, de vez en cuando es inevitable asomarse a ver los últimos virales de turno. Cualquier excusa es buena para reír, sobre todo cuando se acerca el fin de semana.

¿Te has cansado de su color y quieres repintar tu coche? ¿La pintura de tu coche está estropeada por arañazos y rozaduras pero nunca es buen momento para repararla? A menudo los automovilistas conviven con imperfecciones en la pintura del coche más de lo que les gustaría. Algún pequeño golpe de chapa, estragos a consecuencia de la climatología, agresiones de pájaros y otros animales, impactos de piedritas… La lista de agresiones que puede sufrir la pintura del coche es larga. La lista de soluciones, en cambio, suele ser más corta.