¿Y si heredases una granja… llena de coches clásicos de valor incalculable?
Vaya con los herederos del empresario del transporte francés Roger Baillón. Unos diez años después de la muerte de Baillón, han descubierto que una finca situada en el oeste del país vecino y a la que no le habían hecho el menor caso, tiene más valor de lo que creían antes de pensar en venderla. Pero más que por los terrenos, por los viejos coches -joyas- oxidados que había en el granero y que no sólo no eran chatarra, sino que podrían valer, restauración mediante... ¡Entre 12 y 15 millones de euros!