En los orígenes de la automoción, la mayoría de automóviles se fabricaban a partir de  un chasis independiente. Es decir, por un lado estaba el chasis (que solían ser de madera muy al comienzo) y por otro la carrocería. Pero hoy es todo muy distinto.

En la década de los ochenta no faltaron películas y series televisivas que soñaban con una vida construida sobre las estrellas. Una visión del futuro un tanto cándida en la que surcábamos las galaxias, y que también quedó reflejada en algunos vehículos que, fabricados no para la venta sino como mero ejercicio tecnológico, y casi artístico, podían permitirse traspasar ciertos límites. El Peugeot Quasar es uno de ellos.

Con la inminente llegada del otoño las hojas de los árboles dejan de ser verdes y comienzan a caer, acumulándose a menudo sobre los coches que están aparcados en la calle. Si éste es tu caso presta atención a la limpieza de tu vehículo: esas hojas pueden acabar generando corrosión.

El cine clásico americano nos ha dejado auténticos mitos de elegancia y sofisticación. Uno de ellos es la colorista y amena película "Atrapa a un ladrón", dirigida por Alfred Hitchcock y coprotagonizada por Grace Kelly y Cary Grant , cinta en la que aparece también un precioso roadster de color azul titanio.

Dejando a un lado el tema de lo que “mueve al vehículo” (combustible tradicional, vehículos híbridos, eléctricos etc.) el coche conectado es, por así decirlo, la última moda en el mundo del automóvil. Y en lo que a seguros se refiere, la última moda es el seguro de pago por uso. ¿Qué ocurre si unimos ambos conceptos?