¿Sabías que el frío tampoco le sienta demasiado bien a la carrocería de tu coche?
Las heladas y bajas temperaturas invernales hacen sufrir a buena parte de la mecánica del automóvil (como por ejemplo la batería) y esto es algo bastante conocido por los automovilistas. Pero, ¿qué ocurre con el exterior del coche? Pues también sufre los efectos del invierno, especialmente cuando no queda estacionado a cubierto.