Siempre lo decimos: la pintura del coche “pinta” mucho más que la mera apariencia estética. Va más allá del color, de la elegancia, de la moda. Y Ferrari nos acaba de proporcionar un nuevo ejemplo de esto.
Si hay un
color de pintura que se ha identificado tradicionalmente con la escudería de Ferrari, ha sido el rojo. Un rojo brillante que muchos conocemos simplemente como “rojo Ferrari”.
En la presentación del nuevo SF90 lo que se vio en cambio fue un coche pintado con un color rojo, sí, pero más oscuro y, sobre todo, mate.
¿Se habría sumado Ferrari a la moda de las
carrocerías pintadas en tonos mate?
Según ha explicado Mattia Binotto, director del equipo de Ferrari, la razón para este cambio en la pintura del coche es mucho más práctica… y técnica.
De acuerdo a Binotto, el acabado de pintura mate pesa menos, con lo que se
consigue reducir en unos gramos el peso del monoplaza. Gramos que, en manos de un experto piloto, podrían convertirse, por qué no, en segundos de ventaja.
No sólo eso: el sistema de pintado de Ferrari cuida mucho que la pintura quede totalmente lisa para evitar en lo posible cualquier resistencia al aire por parte de la carrocería o incluso de las pegatinas de los sponsors.
Y es que la pintura del coche ha jugado un papel muy importante a lo largo de la historia de las carreras de automoción.
¿Quién no recuerda a las míticas balas plateadas?
La pintura es además una capa de protección frente a la oxidación del vehículo. No es necesario conducir un F1 para tener que preocuparse por la pintura del coche.