¿La carrocería del coche de segunda mano que vas a comprar está 'nueva'? Trucos para saberlo
A la hora de comprarte un coche de segunda mano debes ser consciente de que es muy probable que tenga algún golpe o arañazo a primera vista. Puede que igual no tenga importancia, pero eso variará el precio, así como las pequeñas taras que nos podamos encontrar...
Por ello, es importante realizar un análisis completo del coche tanto de su interior como exterior. En este sentido, lo primero que conviene verificar es la carrocería. Es posible que el coche haya sufrido algún siniestro, pero no haya rastro de ello. No obstante, sí puees, por ejemplo, estar alerta de las piezas estropeadas o que puedan faltar
También, puedes comprobar algunos signos que te pueden dar una idea del estado real de la pintura y la carrocería. Para ello, puedes pedir la ayuda de un profesional, si bien también puedes seguir algunas sencillas pautas...
Cómo revisar un coche de segunda mano
En la carrocería podrás observar ciertos desgastes o descuidos que igual no te gustan tanto, pero al fin y al cabo es un coche de segunda mano, y dependerá de lo que busques o necesites en el momento. No en vano, no dejan de ser daños estéticos. Más 'peligrosos' pueden ser daños estructurales ocultos.
En cualquier caso, es importante de antemano revisar:
- Arañazos y golpes superficiales: comprueba que la pintura tiene el mismo tono en todo el vehículo y que no hay partes donde sea perceptible algún cambio. En su mayoría, al vendedor no le compensa volver a pintarlo y hace uso de otras soluciones por eso puedes encontrar óxido y salitre en el caso de que el coche haya estado cerca del mar. Y esto no solo afectaría a la carrocería sino también a su mecánica.
- La colocación de las piezas: es posible que algunas piezas no estén bien encajadas en su sitio. Puede que esto suceda porque no estén en el lugar que les corresponde o bien sea porque han utilizado piezas de otro coche distinto. También es posible que se vean roturas o desgastes que no haya forma de arreglarlas, sino que directamente piden la sustitución. Además, hay que fijarse en si están bien puestas, pues puede suponer un problema a la hora de recibir golpes ya que son zonas que ahora serán más vulnerables. Y si el golpe ha atacado al chasis del vehículo, lo más recomendable es no adquirirlo.
- Las juntas de estanqueidad de las puertas: las gomas de las puertas evitan que pase aire y agua, pero con el paso del tiempo y el calor pierden propiedades, rigidez, y hace que tiendan a romperse con mayor facilidad. Si se salen de su sitio, es muy complicado volverlas a colocar.
No obstante, estas revisiones superficiales son al fin y al cabo 'extras' para ayudarte a decidir se te conviene hacerte o no con el vehículo. Puede que no te importen algunos daños en la carrocería y que le des mayor importancia al estado que presente a nivel mecánico y eléctrico.
Sin embargo, para comprar un coche de segunda mano es imprescindible que la seguridad esté asegurada, ante todo. Sobre todo, para una buena conducción para ti, que no ponga en peligro al resto de los usuarios de la vía.