El verano es una dura prueba para la carrocería de un coche: ¿qué es lo que más la daña?
Cuando llega el verano, todos los conductores desean tener en perfecto estado su vehículo para poder aprovechar su periodo vacacional y disfrutar del buen tiempo en sus destinos favoritos sin que ninguna avería se lo impida.
Sin embargo, tras la vuelta de estas vacaciones, son muchos los coches que, tras haber visitado un destino de sol y playa se encuentran con que, debido a los agentes propios de la climatología del verano, especialmente a la de estos lugares en los que se puede disfrutar de la costa, la carrocería, así como otros componentes metálicos de sus coches comienza a averiarse. Pero esto tiene un porqué.
La sal y la humedad, los enemigos de una carrocería
La ausencia prácticamente absoluta de agua puede hacer que nos encontremos con que estos elementos se queden incrustados más tiempo a nuestra carrocería. Y estos elementos no son otros que los pequeños granos de arena y de sal que se quedan adheridos a la chapa del coche.
Por su parte, la sal puede provocar óxido en determinadas zonas de la carrocería, algo que, junto a la humedad, si no se previene a tiempo, puede terminar en corrosión, lo cual será una avería mucho mayor.
Además, estos pequeños granos de sal, junto a los de arena, al estar en contacto con el aire, puede hacer también que la carrocería se dañe. Incluso el sol, que en determinadas zonas incide con mucha más fuerza en nuestro vehículo, puede dañar la propia pintura, haciendo que pierda ese color y brillo debido a su alta intensidad.
Estos factores pueden afectar de la misma forma en el interior del coche, dado que la humedad y la sal podrán entrar en los asientos, así como el sol podrá deteriorar los plásticos y guarnecidos.
Con todo esto, seguir una serie de consejos básicos, como aparcar a la sombra durante las vacaciones siempre que se pueda, tratar de no aparcar lo más cerca posible de la playa, eliminar los excrementos de los pájaros y los restos de insectos y limpiar en profundidad el coche tanto por dentro como por fuera, puede asegurarnos que nuestro vehículo conservará todas las propiedades de su interior, así como de la carrocería y de su pintura.