Lo que nunca debes hacer si quieres que la pintura de tu coche luzca perfecta

Compartir Facebook Twitter Email

La pintura del coche no es solo una cuestión estética: es la primera barrera de protección frente a la corrosión, los agentes climáticos y el desgaste diario. Mantenerla en buen estado es esencial para preservar la carrocería y prolongar la vida útil del vehículo. Sin embargo, muchos conductores cometen errores que, aunque parecen pequeños, terminan pasando factura a la apariencia y a la protección del coche.

En esta publicación repasamos los errores más frecuentes que dañan la pintura, explicamos por qué ocurren y cómo evitarlos para mantener tu coche con un acabado impecable.

Lavar el coche de forma incorrecta

Uno de los fallos más habituales es lavar el coche con estropajos, esponjas muy abrasivas o detergentes domésticos. Estos productos no están diseñados para la carrocería y pueden provocar microrayas que matan el brillo de la pintura.

Otro error común es lavar el coche bajo el sol directo: el calor acelera el secado del agua y del jabón, dejando manchas y marcas difíciles de eliminar. Lo ideal es hacerlo a la sombra, con productos específicos para vehículos y utilizando paños de microfibra.

Dejar excrementos de aves o resina en la superficie

Los excrementos de aves y la resina de los árboles son altamente corrosivos. Su composición química puede llegar a quemar el barniz y dejar manchas permanentes en pocas horas. Muchos conductores subestiman este daño y tardan en limpiar estas sustancias, lo que favorece el deterioro de la pintura.

La solución pasa por actuar de inmediato, retirando los restos con agua y productos suaves, evitando siempre frotar en seco.

Aparcar siempre al sol o cerca del mar

La exposición continuada al sol intenso acelera el desgaste de los pigmentos, provocando que los colores pierdan viveza y aparezcan zonas mateadas. En paralelo, el salitre del mar es un enemigo silencioso: favorece la corrosión y la pérdida de brillo.

Buscar zonas de sombra o garajes para aparcar es una inversión a largo plazo en la conservación de la carrocería.

Ignorar los arañazos y pequeños golpes

Un arañazo o un golpe leve puede parecer insignificante, pero si no se repara a tiempo, la zona afectada queda expuesta a la humedad y la corrosión. Con el paso del tiempo, el daño se extiende y acaba afectando a la estructura metálica de la carrocería.

Es recomendable revisar de forma periódica la superficie del coche y acudir a un taller de chapa y pintura de confianza para reparar cualquier desperfecto antes de que vaya a más.

Usar ceras o pulimentos inadecuados

No todos los productos de abrillantado sirven para todos los acabados. El uso de ceras abrasivas en un coche con pintura mate, o de pulimentos de baja calidad, puede arruinar la uniformidad del acabado. Por eso es fundamental utilizar productos adaptados a cada tipo de pintura y aplicarlos de manera correcta.

Pasar por alto el lavado tras viajes largos

Los viajes por carretera suelen dejar en la carrocería una mezcla de insectos incrustados, polvo y restos de asfalto. Si no se eliminan a tiempo, estos residuos penetran en la superficie, deteriorando el barniz. Una limpieza rápida tras los trayectos más exigentes es una medida sencilla para conservar el brillo de la pintura.

Repostar con descuido

Un gesto tan cotidiano como llenar el depósito también puede causar daños. Derramar combustible sobre la pintura provoca manchas y pérdida de brillo en la zona afectada. En estos casos, lo mejor es limpiar de inmediato con agua y jabón específico para coches.

Cubrir el coche con lonas inadecuadas

Muchos conductores piensan que proteger el coche con una lona es siempre una buena idea. Sin embargo, si el material no es transpirable o se coloca sobre una superficie con polvo, puede producir abrasiones y marcas en la pintura. Las fundas deben ser de calidad y adaptadas al modelo del vehículo.

Cuidar la pintura es proteger el coche

La pintura y el acabado exterior son el reflejo más visible del cuidado de un coche. Evitar los errores mencionados no solo ayuda a mantener una apariencia impecable, sino que también protege la carrocería frente a la corrosión y prolonga la vida del vehículo.

Cuando los daños ya son visibles o se quiere devolver al coche su mejor aspecto, lo más recomendable es acudir a profesionales. En la Red CertifiedFirst, especialistas en chapa y pintura, encontrarás talleres preparados para ofrecer un acabado perfecto y devolverle a tu coche el brillo original.

👉 Solicita ya tu cita previa en el taller CertifiedFirst más cercano y confía en los expertos que saben cómo cuidar cada detalle de la carrocería de tu vehículo.

Compartir Facebook Twitter Email