Un icono que nunca envejece: el Aston Martin de los años 60 que sigue conquistando concursos de elegancia
Hay coches que no solo se conducen: se admiran, se recuerdan y se veneran. Entre ellos, pocos alcanzan la dimensión mítica del Aston Martin DB5, el gran turismo británico que quedó grabado para siempre en la memoria colectiva tras su aparición junto a Sean Connery en Goldfinger (1964). Más de sesenta años después, sigue siendo un referente del diseño clásico, un símbolo del lujo deportivo y un ejemplo perfecto de cómo la elegancia puede transformarse en patrimonio cultural.
En los últimos días, uno de los ejemplares más excepcionales, un Aston Martin DB5 Vantage de 1965, restaurado recientemente y con volante a la izquierda —una rareza dentro de la producción original—, ha vuelto a situar al modelo en el centro de todas las miradas. Su puesta en venta mediante subasta lo ha reafirmado como un objeto de deseo absoluto, buscado no solo por coleccionistas, sino también por amantes de la historia del automóvil y de la belleza atemporal de las carrocerías clásicas.
Un diseño legendario que marcó una época
El DB5 representa el punto en el que Aston Martin consolidó su identidad moderna. Aunque la firma nació en 1913, fue con la llegada de Sir David Brown en 1947 cuando su filosofía tomó forma: lujo, deportividad y un carácter británico inconfundible. Bajo sus iniciales surgió la saga DB, y fue precisamente el DB5, presentado en el Salón de Frankfurt de 1963, el modelo que elevó la marca a la categoría de mito.
Su diseño, obra de la reconocida Carrozzeria Touring Superleggera, dio vida a una carrocería de aluminio que aún hoy se considera una obra maestra de la línea pura y las proporciones equilibradas. Su silueta fluida, su frontal musculoso y su impecable acabado metálico marcaron tendencia en los 60 y siguen siendo una referencia para los amantes de los coches clásicos.
Pero si el exterior enamoraba, la mecánica hacía el resto. El DB5 montaba un motor de seis cilindros en línea de 4.0 litros capaz de ofrecer prestaciones sorprendentes para su época. Y un año después llegó la versión DB5 Vantage, con tres carburadores Weber y un rendimiento aún más sofisticado, pensada para conductores que buscaban ese punto extra de energía y carácter deportivo.
Un ejemplar especialmente codiciado
Dentro del reducido número de DB5 Vantage fabricados —solo 60 unidades en total— únicamente 21 salieron de fábrica con volante a la izquierda, un detalle decisivo para mercados como el europeo o el estadounidense. El ejemplar recientemente subastado pertenece a esa exclusiva minoría.
Se trata del chasis DB5/2136/L, entregado originalmente en el Reino Unido con una combinación elegante de carrocería Sierra Blue y tapicería azul oscuro. Años después viajó a los Estados Unidos, donde pasó por sucesivos propietarios y fue sometido a un exhaustivo proceso de restauración.
El resultado es espectacular: su acabado actual, Silver Birch, rinde homenaje directo al modelo cinematográfico de James Bond, reforzando su carácter icónico y su conexión con la cultura popular. Además, según la casa Broad Arrow Auctions, este DB5 es una unidad de números coincidentes, es decir, conserva motor y chasis originales, un detalle altamente valorado en el mundo del coleccionismo y la conservación histórica.
Un coche perfecto para concursos de elegancia… y para disfrutar de la carretera
Con su restauración impecable, su combinación de piezas originales y su estado de conservación prácticamente perfecto, este DB5 Vantage se convierte en una pieza doblemente especial:
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Ideal para concursos de elegancia, donde su línea clásica, su acabado metálico y su presencia escultural lo convierten en un serio aspirante a premio.
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Perfecto para recorrer carreteras con estilo, disfrutando de la suavidad del motor, de la nobleza de su chasis y de la magia de conducir una pieza histórica que sigue siendo plenamente funcional.
Porque su valor no es solo técnico o histórico. Este coche representa una emoción, una estética y una forma de entender la conducción que trasciende generaciones. Es la prueba de que la elegancia, cuando se cuida y se respeta, permanece intacta a lo largo del tiempo.
La importancia del acabado: cuando la carrocería es parte del legado
El encanto del DB5 no se explicaría sin su trabajado acabado exterior, una de las señas de identidad de los modelos clásicos de Aston Martin. Sus líneas, su pintura impecable y la precisión del aluminio moldeado a mano son un recordatorio de que una carrocería bien cuidada es esencial para conservar la esencia de un coche único.
Ese mismo nivel de excelencia es el que buscan los automovilistas de hoy cuando necesitan restaurar, reparar o proteger la pintura de su vehículo. Porque, al igual que ocurre con los grandes clásicos, la imagen de un coche es parte fundamental de su personalidad.
Cuida tu coche con la misma dedicación que un clásico
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