La carrocería de un coche también puede ser utilizada como soporte publicitario y de hecho se hace muy a menudo. Y es precisamente ésa idea la que ha aprovechado un artista para difundir un mensaje de respeto a la naturaleza en la ciudad: pintar la carrocería de su propio coche.
Para algunos automovilistas, la relación con su automóvil es única y se produce una conexión muy especial. Ahora, en este entorno tan tecnológico, Lexus da un paso más allá, haciendo que la carrocería sienta al ritmo de los latidos del corazón de quien se siente al volante del vehículo.
Lo bueno de la creatividad es que a veces fusiona campos en apariencia son distintos, pero que juntos pueden producir resultados espectaculares. Y eso es precisamente lo que el todo poderoso Google está buscando: vestir la carrocería de su famoso vehículo autónomo de una forma muy especial.