Cuando el polvo y la suciedad sobre la carrocería se convierten en arte
Admitámoslo: cuando vemos un coche sucio por fuera todos hemos tenido la tentación en algún momento de verlo como un lienzo en blanco (o en marrón) sobre el que escribir mensajes tipo “Límpiame”.
Hay personas para las que los coches tienen vida. Respiran, hablan, sienten. Hay quienes les ponen nombres y apodos cariñosos. Y hay quienes, como Norberto González, los pintan... con un realismo y detalle que sorprenden.


Los artistas no dejan de sorprendernos con propuestas interesantes que vinculan arte, reciclaje y el mundo del motor. ¿A quién se le podría ocurrir crear esculturas y curiosos personajes partiendo de tapacubos viejos?