Cuando la pasión por la velocidad creó una marca: la historia del Seat Ibiza Cupra
A mediados de los años noventa, SEAT vivía un momento clave de su historia. Con la segunda generación del Ibiza ya consolidada en el mercado, la marca española decidió dar un salto que marcaría un antes y un después en su trayectoria: competir en el Campeonato del Mundo de Rallies en la categoría de 2 litros.
Para ello, SEAT Sport desarrolló un coche derivado del Ibiza GTI 1.8 16v, homologando cincuenta unidades para la competición. El resultado fue asombroso: una victoria y seis podios en la temporada 1996, que se tradujeron en un título mundial histórico. Era la primera vez que una marca española lograba un Campeonato del Mundo, y además lo hacía en su debut.