La mastodóntica carrocería del Megacruiser: el 4x4 de Toyota, que quería competir con el Hummer H1
Estos todoterrenos de verdad, que nada tienen que ver con los vehículos 4x4 de carrocerías elevadas que están en el mercado de hoy en día, rivalizaban por ver cuál era más salvaje, cual podría afrontar más desafíos, y cual podría llegar más alto.
Cuando pensamos en las carrocerías de los Todoterrenos más icónicos de la historia, quizá nos puedan venir a la cabeza modelos como la Clase G de Mercedes Benz, el Hummer H1, el Lamborghini LM002 o el Toyota Land Cruiser.
Sin embargo, entre estas carrocerías tan icónicas, de las cuales no hemos nombrado todas, hay una que, a pesar de ser sencillamente bestial, pasó como una gran desapercibida. Y no es otra que la del Toyota Megacruiser.
Y es que, si nuestra vista se va a las carrocerías 4x4 de la marca japonesa, posiblemente nos vengan a la mente algunos de los diseños míticos del fabricante como el mencionado Land Cruiser, el Hilux o el histórico 4Runner, a los que el Megacruiser no tenía nada que envidiar.
El Hummer japonés
Se ha definido así a parte del aspecto de su carrocería, por otras razones en las que ambos modelos también tienen similitudes. Por ejemplo, al igual que el todoterreno americano, éste también tiene un origen militar.
Sus medidas también eran mastodónticas, ya que superaba los 5 m de largo, los 2,10 m de ancho y los 2 m de alto, a lo que sumaba una espectacular batalla de 3,3 m. Sumado a esta carrocería de tamaño gigante y a sus 2850 kilos es normal que lo bautizasen así.
Además, del mismo modo que el todoterreno americano, montaba unos grandes neumáticos, en este caso de 37 pulgadas, que además equipaban una gran tecnología, pues se podía variar su presión con solo pulsar un botón.
Al igual que la carrocería del H1, el Toyota Megacruiser fue un vehículo reservado para unos pocos afortunados, pues de la versión comercial de su carrocería que vio el mundo entre el año 1996 y 2002, solo se fabricaron 149 unidades, todas ellas con el volante a la derecha como un buen coche japonés, pese a que algunas de ellas se vendieron fuera del país nipón.
Sea como fuera, esta carrocería pasará a la historia por ser exclusiva y por competir de tú a tú con un vehículo tan imponente como fue el H1.