Porsche C88, la berlina low-cost que pudo triunfar en el mercado asiático
Porsche es sinónimo de vehículos deportivos, desde sus orígenes ha estado claro con ejemplares como el 356 o l eterno 911. Aunque, también es cierto que es una marca que ha sabido diversificar. De hecho, fue un todocamino el que salvó la empresa de la crisis económica. Y aunque la jugada con el Cayenne salió bien, antes hubo otros proyectos que podrían haber sido nefastos. Es el caso del Porsche C88 Concept.
Aunque la firma de Stuttgart siempre ha tenido un claro posicionamiento premium, en 1994 todavía se las estaban ingeniando para salir a flote y no depender únicamente de su «nueveonce». Encontraron una oportunidad en China, que estaba en pleno crecimiento. De hecho, su gobierno invitó a las marcas internacionales a diseñar un vehículo para su mercado con un contrato bastante lucrativo para el ganador. Había libertad en su forma, pero tenía que ser algo que ayudase a democratizar el automóvil allí.
Tras apenas cuatro meses de trabajo, Porsche presentaba el C88 Concept. La «C» de su nombre procedía de China y el número 8 es el de la suerte en dicho país. Se trataba de una berlina low-cost con un diseño redondeado y pocas referencias al fabricante. Las carrocerías de tres volúmenes son de las más buscadas en el mercado chino y la adoptaron junto a otros detalles como los paragolpes en negro, unas ópticas simples y llantas de acero de 15 pulgadas. El logotipo estaba compuesto por tres círculos en disposición triangular, uno por cada integrante de la familia china tradicional (madre, padre y un solo hijo).
No queda claro si la falta de distintivos era por vergüenza al haberse alejado tanto de su filosofía, algo que quedaba también patente en su habitáculo. Todo eran plásticos duros y de una calidad más que dudosa, con un volante de dos radios y ruletas y botones simples. Tenía una tapicería naranja que le hacía llamar un poco la atención, pero ninguna estridencia más allá. Porsche se ciñó a esa idea de hacer algo asequible que pudiera triunfar entre el gran público chino. Aunque en Europa pudiera ser visto como una aberración, lo cierto es que allí cobraba sentido.
Con apenas 65 CV no era precisamente rápido, le costaba acelerar de 0 a 100 km/h unos 16 segundos y su velocidad máxima era de 165 km/h. También había planes de ofrecer un bloque turbodiésel de 1.6 litros, pero no se llegó a materializar. De hecho, el gobierno chino canceló el concurso sin anunciar ganadores. Las marcas se fueron con la sensación de que lo habían hecho para tomar ideas gratis…
De hecho, desde Porsche afirman que muchas de las claves de su C88 Concept estuvieron presentes en los modelos nacionales durante muchos años, incluso que perduran ahora. Habiendo «perdido el tiempo» en hacer el prototipo, intentaron amortizarlo llevándolo a producción en otro mercado emergente. Se planteó producirlo y exportarlo a India, pero finalmente tampoco llegó a buen puerto. Finalmente, el prototipo fue almacenado en el Museo Porsche y muchos agradecieron que nunca llegasen a hacer tal vehículo.