Volkswagen ID.3 GTX Fire & Ice: el regreso de un icono con el espíritu deportivo de los 80

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La historia del Volkswagen ID.3 GTX Fire & Ice no es solo la de una edición especial de un compacto eléctrico. Es, ante todo, un homenaje a una era de rebeldía, deporte extremo y diseño audaz: los años ochenta. Aquella década en la que la adrenalina, la música y la moda se fundieron con las montañas nevadas y las pistas de esquí, y donde el cine se convirtió en el escaparate perfecto de una nueva cultura: la del riesgo, la diversión y la libertad.

Fue precisamente en ese contexto cuando Willy Bogner, esquiador profesional, diseñador de moda y cineasta, revolucionó la forma de mirar los deportes de invierno con su película Fire and Ice (1986). Un título que, aunque modesto en taquilla, encendió la chispa de toda una generación. Su estilo visual, lleno de acrobacias imposibles y estética pop, marcó tendencia en ropa, actitudes y aspiraciones. Incluso inspiró a Volkswagen, que unos años después lanzó una edición especial del Golf II Fire & Ice. Aquel modelo se convirtió en un objeto de culto, reconocible por su tapicería colorida y su espíritu atrevido.

Casi cuatro décadas después, Volkswagen revive esa magia con el ID.3 GTX Fire & Ice, una reinterpretación moderna que mezcla nostalgia ochentera, deportividad eléctrica y diseño emocional. Una fusión perfecta entre pasado y futuro, entre nieve y fuego.

Un icono del ayer reinventado para el mañana

El Volkswagen ID.3 GTX Fire & Ice es más que una versión especial: es una declaración estética. Y, como en todo homenaje bien ejecutado, cada detalle de su carrocería cuenta una historia.

La pintura, de un profundo tono violeta metalizado, rinde tributo al acabado original del Golf Fire & Ice. Sobre ella, una decoración adhesiva inspirada en el pop art envuelve parte de la carrocería, aportando un aire artístico que recuerda a los estampados técnicos y los neones de las estaciones de esquí de los 80.

Las llantas, de diez radios dobles, combinan dos estrellas superpuestas en un diseño casi escultórico. Su acabado diamantado refleja la luz con un matiz frío, como un cristal de hielo bajo el sol de montaña. Y para romper la armonía con carácter, una fina línea roja recorre los largueros del techo, símbolo del fuego y de la energía que mueve este modelo.

El resultado es un coche con una presencia visual arrebatadora, capaz de despertar miradas tanto en la ciudad como en la carretera abierta. Su diseño demuestra que la pintura y la carrocería pueden transmitir emociones, contar historias y conectar generaciones.

Fuego y hielo también por dentro

El homenaje continúa al abrir la puerta. El interior del ID.3 GTX Fire & Ice es un viaje sensorial que combina colores, materiales y guiños al pasado con la tecnología del presente.

La mitad izquierda del habitáculo está dominada por tonos rojizos y cálidos: el fuego. La mitad derecha, en cambio, se sumerge en un azul profundo y sereno: el hielo. Esta dualidad se plasma en los remates de las puertas, las costuras del salpicadero, los cinturones de seguridad y la iluminación ambiental.

Pero el detalle más especial está en los asientos deportivos, tapizados en materiales reciclados de alta calidad. En ellos, Bogner ha escondido una sorpresa para los nostálgicos: bajo las cremalleras visibles del respaldo se esconde el patrón original en rosa y azul del Golf II Fire & Ice de 1990. Una mezcla perfecta entre historia y modernidad, entre diseño y emoción.

Este toque retro-futurista, unido al silencio y la respuesta instantánea del propulsor eléctrico GTX, convierte cada trayecto en una experiencia estética y sensorial.

Diseño emocional: cuando la carrocería se convierte en arte

Más allá de su potencia —254 CV y una aceleración propia de los compactos deportivos—, el ID.3 GTX Fire & Ice destaca por su personalidad visual, un atributo que cada vez valoran más los conductores. En una era en la que los coches eléctricos tienden a parecerse entre sí, Volkswagen apuesta por recuperar el alma del diseño: superficies limpias, colores vibrantes y un acabado que irradia carácter.

El trabajo de pintura y acabado en este modelo es una obra de precisión. La aplicación multicapa del violeta metalizado exige un proceso de barnizado de alta pureza para mantener el brillo y la homogeneidad, especialmente en superficies tan amplias y curvas como el capó o el techo.

Estos detalles no solo hablan del diseño, sino también del arte del cuidado de la carrocería. Y es que un acabado tan especial requiere atención y mantenimiento profesional para conservar su intensidad y reflejos. Por eso, si alguna vez el fuego o el hielo del camino dejan su huella en la pintura, confiar en especialistas en chapa y pintura es esencial para recuperar la magia original.

Una edición limitada para los nostálgicos del estilo

El Volkswagen ID.3 GTX Fire & Ice no será un coche para todos. Su producción se limita a 1.990 unidades, un número que rinde homenaje directo al año en que nació el Golf Fire & Ice. Cada unidad será un testimonio de una época y una visión de futuro, firmando la unión entre dos mundos: el de la nostalgia y el de la innovación eléctrica.

Esta edición no solo celebra un modelo, sino una actitud: la de atreverse a ser diferente, a jugar con el color, con la forma y con la memoria. Una actitud que, al igual que en los años ochenta, sigue inspirando hoy a quienes buscan que su coche exprese quiénes son.

De los Alpes al asfalto: el espíritu Bogner vive

Willy Bogner, fiel a su estilo, ha sabido trasladar su universo creativo de las pistas de esquí a las líneas de un coche eléctrico. Su colaboración con Volkswagen demuestra que el diseño puede trascender la moda y convertirse en lenguaje visual.

Su trabajo no se limita a la estética: también comunica emoción, movimiento y equilibrio entre los elementos. La fusión entre el fuego y el hielo no es casual: representa la dualidad del ser humano, el impulso y la calma, la pasión y la serenidad, la energía y la reflexión.

Y eso mismo es lo que transmite este ID.3 GTX Fire & Ice: un coche que no solo se conduce, sino que se siente.

CertifiedFirst: donde cada coche recupera su chispa original

El nuevo Volkswagen ID.3 GTX Fire & Ice demuestra que la carrocería puede ser una forma de arte y expresión. Mantener esa estética impecable, proteger su pintura y devolverle el brillo después de cualquier imprevisto requiere manos expertas.

Por eso, si tu coche ha perdido parte de su brillo, si un pequeño arañazo empaña su color o si simplemente quieres devolverle su aspecto más reluciente, en la red de talleres de carrocería CertifiedFirst encontrarás a los especialistas en chapa y pintura que cuidarán tu coche como se merece.

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