Cuando hablamos de pintar el coche o de llevar el coche al taller de chapa y pintura, la inmensa mayoría estamos hablando de pintar el exterior del coche. Pero, ¿sabías que también es posible pintar el interior del coche?

Cuando un automovilista empieza a pensar en pintar su coche, detrás puede haber varias razones. Las más frecuentes tienen que ver con la presencia de daños más o menos importantes en la pintura del vehículo, como consecuencia de algún golpe con otro coche, algún obstáculo etc.

¿En qué debemos fijarnos cuando tenemos en mente hacer una reparación de chapa y pintura al coche? ¿Cuáles son los factores más importantes que el automovilista debe tener en cuenta? Debido a la exposición a las agresiones externas, es frecuente que la pintura sufra cierto deterioro e imperfecciones. Evidentemente, si el propietario del coche se preocupa por el mantenimiento no sólo de la mecánica sino también de la carrocería, los daños serán menores o de menor importancia. Pero, con el tiempo, se suele hacer necesario acudir al taller de chapa y pintura para deshacernos de rayitas, rozaduras y arañazos que afean la superficie de la pintura de coche.

Cuando hay daños en la pintura del coche y se quiere recuperar el mejor aspecto (y lo más cercano posible al aspecto original) de la pintura, o cuando se ha sufrido un accidente que requiere una reparación de chapa, es muy importante mantener la cabeza fría y buscar la mejor opción.

Seguro que has oído muchas veces la expresión “colisión por alcance”, aunque la mayoría de los automovilistas empleamos una fórmula mucho más coloquial: “golpe de chapa”.