Koenigsegg Jesko, el coche de las 34 capas de pintura
Uno de los principales desafíos para cualquier taller de carrocería en una reparación es igualar el color de la pintura reparada al del original del vehículo para que dicha intervención pase desapercibida. En este sentido, los fabricantes de vehículos han ido complicando este proceso a los talleres, al introducir pinturas con efectos, cada vez más exclusivas. Así, sólo los mejores talleres, como los de CertifiedFirst, consiguen que dichas reparaciones no se noten.