Ay, los golpes de chapa… Son el tipo de incidente en carretera más frecuente. Cuantos más vehículos se mueven, más golpes de chapa hay. Es lo que nos dice la estadística: que hay una relación proporcional.

Un coche puede ser elegante, deportivo, poderoso, vintage, retro, moderno, futurista, puro, utilitario, soñador, vanguardista, innovador, curioso, bello, clásico, ostentoso… Pero, ¿puede un coche ser… gordo?

Cuando hablamos de la limpieza del automóvil (y hablamos mucho de ello por aquí) siempre lo hacemos pensando en que es una herramienta (LA herramienta) para el mantenimiento de la pintura del coche. Un coche que se mantiene limpio es un coche que no envejecerá tanto como uno que ha sido descuidado.

Las pinturas automotrices han cambiado mucho. Desde sus componentes (pensemos que ahora son pinturas al agua) hasta su resistencia pasando por su capacidad de ofrecer matices de colores. Han cambiado, sí, pero si echamos un vistazo a estudios sobre las preferencias de color de la pintura del coche por parte de los consumidores son los colores sencillos los que siguen ganando.

El Citröen Méhari es uno de esos coches que evocamos con una sonrisa en los labios. Un coche de otra época, simpático, coqueto, de los que dejan huella en los automovilistas. De hecho, en algunos automovilistas dejó verdadera huella. Este vehículo cuenta con varios clubes de fans y gracias a mantener viva su afición a este automóvil de finales de los 60 han conseguido incluso que se hayan vuelto a fabricar componentes para el coche… Hasta la carrocería.