¿Sabías que un pequeño desperfecto en la carrocería de tu coche puede ser suficiente para no superar la ITV? Aunque muchos conductores piensan que los golpes, abolladuras o zonas con óxido son simples cuestiones estéticas, la realidad es que estos defectos pueden afectar directamente a la seguridad vial y convertirse en un motivo de rechazo durante la inspección técnica.

Cuando se acerca la fecha de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), muchos conductores revisan los frenos, las luces o los neumáticos… pero olvidan un aspecto esencial: el estado de la carrocería del coche. Lo que a simple vista puede parecer un simple arañazo o una abolladura sin importancia, puede terminar convirtiéndose en un defecto grave y motivo de suspensión en la ITV.

Cuando llega el momento de pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), muchos conductores piensan en los sistemas de frenos, luces o emisiones. Sin embargo, la carrocería del coche también puede ser un motivo de rechazo. Aunque suene sorprendente, el estado exterior del vehículo influye en la seguridad, aerodinámica y consumo de combustible, aspectos clave que determinan la viabilidad del coche en carretera.

Pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite necesario para garantizar la seguridad de nuestros coches y de los demás usuarios de la vía. Sin embargo, muchos automovilistas se llevan sorpresas desagradables cuando su vehículo no supera la ITV debido a fallos en la carrocería. Aunque a menudo asociamos estos problemas con cuestiones estéticas, la realidad es que pueden ser un peligro para la seguridad vial. En esta publicación, explicamos los fallos de la carrocería más comunes que pueden impedirte pasar la ITV y cómo solucionarlos con la ayuda de expertos en chapa y pintura.

Cada cierto tiempo, todos los vehículos se deben someter de manera periódica a su Inspección Técnica de Vehículos ITV que acreditará que pueden circular de manera segura por las carreteras del territorio nacional.