¿Alguna vez te has sentido tentado de limpiar el coche con el limpiador lavavajillas? ¿Eres de los que vierte un poco de este tipo de jabón en el depósito del lavaparabrisas? Pues ten cuidado porque ambas cosas pueden estropear la belleza de tu coche, e incluso alguna cosa más.

¿Alguna vez has pensado pintar tú mismo el coche? Quizás tienes un garaje cerrado donde piensas que podrías hacerlo y que podría quedar más o menos bien. Pero, ¿has pensado en tu salud?

¿Pensando en pintar el coche? Muchos automovilistas lo hacen cada vez que ven (otra vez) ese feo bollo en la carrocería o esos arañazos de la columna del garaje. Reparar la chapa del coche o pintarlo no son realmente trabajos baratos ya que requieren muchas horas de trabajo y materiales de calidad para que el resultado esté a la altura de las expectativas.

Quizás has dejado tu coche aparcado cerca de un parque o a la sombra de un árbol y cuando regresas a él ya no encuentras la impoluta y perfecta carrocería que dejaste, no. Quizás encuentras alguna deposición de pájaro (o, en el peor de los casos, varias) que, cual torpedo, ha atacado la pintura de tu coche en tu ausencia.

Para gustos los colores, cuenta el dicho. Pero, más que de gustos, el color apela a las personas, a sus emociones, a cómo sienten, a cómo quieren ser percibidas… Aunque, a la hora de elegir el color del coche, normalmente no sólo tenemos esos aspectos en cuenta. Hay otras cuestiones más prácticas que atañan a temas económicos, de seguridad, confort…