Todos tenemos un pasado y la famosa BMW, hoy fabricante de muchos modelos objeto de deseo para muchos aficionados al motor, también tiene uno.
En la década de los ochenta no faltaron películas y series televisivas que soñaban con una vida construida sobre las estrellas. Una visión del futuro un tanto cándida en la que surcábamos las galaxias, y que también quedó reflejada en algunos vehículos que, fabricados no para la venta sino como mero ejercicio tecnológico, y casi artístico, podían permitirse traspasar ciertos límites. El Peugeot Quasar es uno de ellos.
El cine clásico americano nos ha dejado auténticos mitos de elegancia y sofisticación. Uno de ellos es la colorista y amena película "Atrapa a un ladrón", dirigida por Alfred Hitchcock y coprotagonizada por Grace Kelly y Cary Grant , cinta en la que aparece también un precioso roadster de color azul titanio.
Quizás nunca hayas oído hablar de este pequeño automóvil, muy parecido al archiconocido Citröen 2CV y que apenas pasó del prototipo: el DAGSA.
Janis Joplin, la primera mujer que consiguió alcanzar la categoría de estrella del Rock And Roll allá por los año 60, no podía conducir un coche cualquiera, no. Pero ponerse al volante de un imponente Porsche en aquellos maravillosos años no era suficiente: el trabajo de pintura de la carrocería debía ser increíble. Y psicodélico, por supuesto.