Una de las maniobras más complicadas (y estresantes) para la mayoría de l@s conductor@s es la del aparcamiento. Ya sea en línea o en batería (en oblicuo más sencillo) lo cierto es que realizar esta maniobra a la primera y sin golpear ni a los coches ni al bordillo de la acera no siempre es posible. Esta maniobra parece complicarse un poco más en los parkings subterráneos donde la limitación de espacio es mayor. Algunos, incluso, lo pasan mal para salir de ellos...

Tener un coche conlleva obligaciones. Además de cumplir con las normas de tráfico y seguridad vial, también es fundamental conservarlo en buen estado para circular seguro, no sólo desde el punto mecánico sino también en cuanto a la conservación de su carrocería. Por eso, si somos responsables, es normal que nos disgustemos si provocamos, o recibimos, un golpe en ella que nos obligue a pasar por el taller.

Vas conduciendo por una autopista y el vehículo que circula delante de ti frena bruscamente, obligándote a hacer lo mismo y ¡zas! el que venía detrás de ti te golpea ¿Qué tal esta otra situación? Circulas detrás de un coche que se aproxima a una rotonda. Te distraes un momento a comprobar si algún coche circula por la glorieta o va a entrar por otra de las vías que confluyen en ella y ¡zas! golpeas al coche que te antecede y que ha frenado sin que te dieras cuenta.

Mantener el brillo de la pintura de tu coche como el primer día no es tarea fácil. A pesar de que practiques un buen mantenimiento de la carrocería —lavándola frecuentemente, evitando (y eliminando rápidamente) los restos de sal, arena, excrementos, insectos... —, el paso del tiempo o un golpe, te obligará antes o después a pasar por el taller para la reparación de alguna pieza o un repintado completo. Entonces ¿sabrás identificar un buen trabajo de pintura en tu coche?

Aparcar el coche es una de las maniobras que más detestan muchos conductores. No en vano, es uno de los momentos de la conducción más complejos y, de hecho, es cuando más posibilidades tenemos de acabar dañando la pintura (y la carrocería) de nuestro coche. Por eso, conviene seguir unos básicos consejos que nos ayuden a efectuar esta maniobra con seguridad.