Aunque cada vez es menos frecuente verlo, el gusto por poner pegatinas o vinilar el coche es una pasión a la que muchos conductores no quieren renunciar. Sin embargo, esta acción, aparentemente, poco dañina puede resultar hiriente, sobre todo, al bolsillo del usuario del vehículo.

Antes de llegar al concesionario, los coches pasan rigurosos test de seguridad. Pruebas exigentes para demostrar que la carrocería es capaz de aguantar un fuerte golpe y que el interior del vehículo no sufre importantes desperfectos. 

Uno de cada diez kilómetros de nuestra red vial se encuentra en condiciones muy deficientes. Así se refleja en el último estudio realizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC).

La mayoría de los conductores tiene claro cuáles son los motivos por los que un agente puede inmovilizar un vehículo. Si jugamos a un rápido “Un, dos, tres: responda otra vez”, quizá respondas: consumo de alcohol, circular sin casco o no tener carnet de conducir.

¿Sabías que durante los meses de invierno, el cristal se contrae y con el calor se expande ligeramente? Estas oscilaciones, junto con los impactos que pueda recibir en la carretera pueden provocar la aparición de una pequeña grieta que acabe por cruzar de arriba abajo o de lado a lado el parabrisas. Además de prestar atención a su estado de conservación, en verano (en realidad durante todo el año) es importante llevarlo limpio para no mermar nuestra capacidad de visión ¿sabes qué cuidados debes tener en cuenta en esta época?