Consejos para contrarrestar los peligros de que tu coche ‘duerma’ en la calle
No todos los automovilistas tienen la fortuna (y tranquilidad) de disponer de un garaje donde su vehículo pase las noches o incluso días completos cuando no es necesario desplazarse en vehículo privado para ir al trabajo.
            
Lo cierto es que, en los últimos años, el mercado de vehículos de segunda mano está en auge. Es una forma de poder cambiar de coche limitando el desembolso económico. Pero la operación requiere habitualmente de una cierta inversión por parte del vendedor.
            
Las heladas y bajas temperaturas invernales hacen sufrir a buena parte de la mecánica del automóvil (como por ejemplo la batería) y esto es algo bastante conocido por los automovilistas. Pero, ¿qué ocurre con el exterior del coche? Pues también sufre los efectos del invierno, especialmente cuando no queda estacionado a cubierto.
            
El último ejemplo lo tenemos en una subasta que ponía a la venta varias joyas clásicas. ¿El resultado? Una recaudación de más de 23 millones de euros. No está mal, ¿verdad?
            
¿Alguna vez te has encontrado una capa de hielo, más fina o más gruesa, sobre el parabrisas del coche? ¿Sobre la luna trasera?