Llega el buen tiempo. Y con él, un aumento de las horas de luz, por lo que seguramente ya estarás pensando en disfrutar un poco más de tu automóvil. Quizás con un viaje; quizás con una escapada al campo. Si es así, cuidado con dónde aparcas. Recuerda que si lo haces debajo de un árbol la carrocería de tu automóvil estará expuesta a los “regalos” que desde el aire quieran hacerte sus posibles moradores. Ya sabes: palomas y demás amigos alados.
Y es que pocas cosas dan tanta rabia como llegar hasta tu coche -seguramente lo habrás lavado y encerado esa misma mañana- y encontrarte su carrocería llena de excrementos de pájaro. Algunos, seguro, de un tamaño generoso.
¿Enemigos de la pintura? Explicación -casi- científica
De acuerdo, los excrementos de pájaro no son nada buenos para la pintura. Y lo mejor para la carrocería de nuestro coche será
retirarlos cuanto antes de su superficie. De manera habitual, solemos pensar que la
acidez de este tipo de excrementos es la causante del
deterioro de la pintura, y que cuanto más tiempo permanezcan sobre la pintura será peor para nuestro coche. Pero ¿es eso realmente así?
Pues según un estudio de una marca de productos de limpieza para el automóvil,
la acidez de los excrementos no tiene nada que ver con el daño que sufre la pintura. La explicación es aún más sencilla.
Con el
calor producido por el Sol, y aunque no lo veamos, la
chapa y la pintura del coche tienden a expandirse de manera microscópica y a retener parte de esa temperatura. Cuando el "regalito" del cielo cae sobre nuestro automóvil lo hace en un estado más bien líquido, pero el contacto con la carrocería caliente transfiere al excremento una temperatura que contribuye a la evaporación del líquido. La pérdida de calor de la pintura y el excremento hace que disminuyan de tamaño y que la parte superior de
la pintura se vaya amoldando a la textura del excremento según se va secando. Por eso resulta crítico retirarlos cuanto antes.
Consejos para quitar un excremento de la carrocería
Si llegas a tu coche y te encuentras el “regalito” limpialo rápido. Por eso es recomendable que siempre tengas a mano una
bayeta de microfibra, trapo o similar y algo de agua para actuar rápido en dichas situaciones.
Lo ideal es empapar un papel o trapo y dejarlo reposar sobre el excremento durante diez minutos. Así se reblandecerá y saldrá con mucha más facilidad, evitando de ese modo arañazos innecesarios en la carrocería.