Uno de los grandes enemigos de la carrocería de tu coche, es uno del que hemos hablado en otras ocasiones pero no en profundidad: el granizo. Y es que, aunque es un adversario 'letal', es casi imposible de prevenir —veremos cómo—, igual que un accidente, la caída de un árbol... al contrario que otros como puede ser la corrosión ¿Qué daños produce? ¿Cómo se origina? ¿Te cubre el seguro?

La instalación de bolardos (también conocidos como pilonas) es cada vez más habitual en las calles. Al igual que las bandas rugosas (o sonoras) que se colocan en la calzada para obligar a los conductores a reducir la velocidad, estos elementos tienen que cumplir ciertas características, ya que de otro modo pueden provocar accidentes o daños.

Uno de los principales desafíos para cualquier taller de carrocería en una reparación es igualar el color de la pintura reparada al del original del vehículo para que dicha intervención pase desapercibida. En este sentido, los fabricantes de vehículos han ido complicando este proceso a los talleres, al introducir pinturas con efectos, cada vez más exclusivas. Así, sólo los mejores talleres, como los de CertifiedFirst, consiguen que dichas reparaciones no se noten.

El negro, ya sea sólido o metalizado, es el segundo color más elegido por los conductores de todo el mundo para sus coches. No obstante, en Europa, el gris consigue relegar al negro a la tercera posición, aunque esto depende del segmento del que estemos hablando. Eso sí, sea del color que sea tu coche, los expertos en chapa y pintura de los talleres CertifiedFirst lo devolverán su color original. Y si lo que buscas es darle un aire nuevo, confía también en nuestros talleres. Aquí encontrarás el color que estás buscando...

Tener un coche conlleva obligaciones. Además de cumplir con las normas de tráfico y seguridad vial, también es fundamental conservarlo en buen estado para circular seguro, no sólo desde el punto mecánico sino también en cuanto a la conservación de su carrocería. Por eso, si somos responsables, es normal que nos disgustemos si provocamos, o recibimos, un golpe en ella que nos obligue a pasar por el taller.